Tercera etapa del Proyecto LAURA (Los Arboles Urgente Reclaman Ayuda) en el Parque Finky de Lomas de Zamora

Escribe el Dr. Rubén Omar Sosa

“Nunca duden de que un grupo pequeño pero muy comprometido de individuos puede cambiar el mundo; en realidad, hasta ahora es lo único que lo ha hecho”
Margareth Mead (1901-1978) Antropóloga

Hace exactamente 10 años planté árboles con cerca de cuatro mil pacientes y sus familias. Lo realicé en los terrenos adyacentes a las lagunas Saladita Norte y Sur, aquí en Avellaneda. Fue en el marco del Proyecto LAURA. Podría contarte tantas cosas… Sólo expresaré que fue en homenaje a alguien profundamente amado y que hoy allí están los árboles, creciendo. Algunos, vandalizados; otros, incendiados, en una triste ocasión; talados, en otra… Pero muchos, muchos están.

Pienso ahora que si hubiera tan solo uno habría valido la pena. Y el algarrobo de mi hija Laura, mira aún la laguna…

A comienzos de este año, por esas misteriosas e insondables elipses que tiene la vida, un grupo de vecinos vinieron a mi consultorio.

Me contaron que, con mucho esfuerzo, hicieron de un basural de 12 hectáreas un sector verde. Este lugar es el Parque Finky en Lomas de Zamora. Vinieron a ver como podían hacer para plantar árboles y “como usted algunos plantó…” “Y como nosotros tenemos ganas, muchas, pero no sabemos bien como…”

A la semana me encontré con ellos en el Parque Finky.

Tanto cariño y compromiso me conmovió, un lugar donde algunos de ellos mismos aún se ven correr de chicos detrás de un barrilete… Es tan simple lo que quieren: preservar ese espacio que es de la gente… para la gente y por la gente; suena a democracia y me gusta la palabra.

Como en una boda con presunto final feliz pusimos la fecha y yo empecé con mi minuciosa y microscópica tarea con cada paciente que he atendido en el correr de estos largos meses. Al final de cada consulta oprimía un botón en mi memoria y el casette -o CD, como usted quiera- decía:

“ El 31 de octubre, último domingo, te espero…. Mirá…. Es fácil tenés que traer un árbol, un tutor para sostenerlo. Debe tener tu nombre para que se sepa quien es el que apostó por la vida y un barrilete para unir el cielo y la tierra”.

A la fecha hay anotados cerca de 1000 niños. Lo escribo en letras, como en los cheques, por las dudas: un mil.

Por supuesto cada uno con su familia lo que hace un número de muchas personas para ese día. El motivo de esta nota es agradecer. A Micaela que tecleó todo, a 40 padres y madres que han llamado y confirmado cientos de chicos, a los vecinos que se han organizado y saben donde irá cada árbol…

El terreno será nivelado y cada pozo como una pequeña fosa que se asemeja a un anticementerio (*), realizados por la Municipalidad de Lomas de Zamora.

Hace meses el secretario general de la misma, Guillermo Viñuales me dijo “No le quepa la menor duda, el terreno será nivelado y allí estarán los pozos porque yo también soy vecino y quiero que mis hijos jueguen all텔 Para mí, simple pediatra de la Casa Cuna, ingenuo explorador de utopías, esas palabras tienen más fuerza que un decreto… asunto cerrado.

Así están las cosas, simplemente si usted quiere acercarse para ver ese pequeño milagro, un lugar donde nada se compra ni nada se vende, una tierra minada de verde y vida, unos tercos vecinos empecinados en respirar oxigeno, en defender un espacio público (estas dos palabras me gustan mucho también), y miles de niños con los pies sobre la tierra y la mirada en el cielo… Cielo sostenido por esas tachuelas de colores que serán sus barriletes.

En síntesis :
Domingo 31 de octubre,14 horas en Parque Finky -Avenida Hipólito Yrigoyen al 11.000-, serán guiados por grupos de Boy Scouts a los que, como siempre, agradezco también.

(*) Anticementerio: Se hace un pozo en la tierra y se entierra algo vivo, que crece y da aún más vida. Vida que la posibilita y sostiene este planeta vapuleado y amenazado por nosotros mismos.

rubensosa@gmail.com

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