Orientación vocacional: Armarse un proyecto de vida

Escribe el Equipo de Asistencia Psicológica Ferré

Se acerca el momento del año en el que los adolescentes que están por finalizar sus estudios de nivel medio se preguntan… ¿y ahora qué hago?. Época en la cual también se abren las inscripciones para el año próximo de la variada oferta educativa de los niveles terciario y superior, lo que genera en muchos jóvenes y adultos el dilema ¿qué estudiar? Por otra parte, puede ser un momento en el que se dispare la búsqueda laboral, ya sea para realizar un cambio o para iniciarse en ese campo ¿entonces de qué trabajar?

Es a partir de estos interrogantes, que en esta ocasión reflexionaremos acerca de la importancia de la construcción de un proyecto vocacional.

Pensar en un proyecto vocacional es mucho más amplio que descubrir qué carrera seguir, sino que se trata de poder pensar en la construcción de un proyecto de vida que puede estar relacionado con lo laboral o lo estudiantil, pero lo más importante es que sea acorde a los propios deseos.

Actualmente vivimos en una sociedad donde pareciera que las oportunidades laborales son escasas, donde los adolescentes se ven exigidos a elegir una formación que les brinde oportunidades de trabajo. Muchas veces, si las elecciones tienen ese único fundamento, son forzadas y probablemente fracasen, porque no se pueden sostener en el tiempo, ya que carecen de otro tipo de motivaciones. Lo mismo ocurre si está basada únicamente en complacer a otros (padres, amigos), por lo que resulta fundamental poder reflexionar sobre las sugerencias o experiencias de los demás, para identificar en qué aspectos nos resultan útiles y en qué otros aspectos nos presionarían a tomar una decisión que no es la propia, también para estas situaciones existen espacios de orientación vocacional que resultan muy útiles.

Por eso, es muy importante transmitir a los jóvenes la idea de poder armar un PROYECTO DE VIDA: poder pensar un horizonte a alcanzar, que tenga en cuenta el mercado laboral actual, pero también los gustos e intereses propios, y las fortalezas y habilidades personales. Es así como, construir una proyección a futuro desde la motivación singular, funcionará como motor del arduo trabajo que implica toda formación, ya sea la de una carrera universitaria y/o laboral.

No hay mérito mayor que lograr hacer lo que a uno le gusta, a largo plazo resulta gratificante y hace más llevadera la vida.

Equipo de Asistencia Psicológica Ferré
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