Desde hace 85 años, la empresa «La Ráfaga Blanca» es una de las más importantes y de mayor trayectoria en lo que respecta al servicio de transporte de productos refrigerados y congelados, a nivel regional, nacional e internacional.

Nació como un emprendimiento unipersonal e independiente de Armindo García, quien llegó desde España y se afincó en Avellaneda, donde crió y formó su familia. La empresa luego quedó en manos de su hija Luciana y de su yerno Eduardo Viva, quien en la actualidad sigue siendo un referente del lugar.

Hoy «La Ráfaga Blanca» cuenta con una superficie de 1500 metros cuadrados en Hernán Cortés 217, con acceso directo a todos los centros de abastecimientos de Capital Federal y sus alrededores, y con talleres propios para el mantenimiento y limpieza de los vehículos.

En los comienzos, Armindo García recolectaba la leche cruda de los tambos para luego venderla a los repartidores de carro a caballo o la enviaba por el tren provincial a diversas localidades bonaerenses.

Sobre aquellos «viejos tiempos», Eduardo Viva comentaba que hasta 1962, su suegro iba hasta Etcheverry para recoger 69 tarros lecheros para ser distribuidos.

En ese entonces, cuando la tracción a sangre era lo más común para esa tarea, el camión REO que usaba Armindo García se destacaba por su velocidad y su presencia.

«Siempre fue apodado la ráfaga blanca, porque al buscar la leche en un camión era mucho más rápido que los otros que iban con carros», comentó Eduardo Viva.

«Cuando los tamberos nos veían pasar decían ‘ahí va la ráfaga blanca García’», remarcó el yerno del fundador y creador del emprendimiento.

Los tiempos donde la ráfaga blanca de García surcaba los caminos hacia los tambos culminó en 1962, cuando la aparición de la leche pasterizaba requería otro tipo de producción y distribución.

Para no quedarse sin ingresos, Eduardo Viva empezó a trabajar en el puerto con su hermano. Al poco tiempo, la empresa Gándara lo contactó para contratarlo, ya que su camión tenía más capacidad que los cinco o seis que tenía la propia empresa.

«Entra en la sociedad con Gándara y lo nombran accionista sin poner un peso. En la empresa se quedó 34 años a cambio de que le vendiera la leche solamente a ellos, porque juntaba más leche que el resto», comentó Hugo Viva, hijo de Eduardo y uno de los apoderados de la empresa, junto a éste.

Los caminos llevaron a Gándara a pasar primero a manos de Carlos Rodríguez y luego a las de sus hijos, para finalmente en 1992 pasar a ser parte de la brasileña Parmalat.

En ese momento, la empresa empezó a traer a Buenos Aires productos elaborados, por los que a los que llevaban años en Gándara les ofrecieron la posibilidad de pasarse a Mc Donald para hacer la distribución.

«Cuando Mc Donald pasó a manos argentinas nos fuimos, porque nos querían bajar el 43% los fletes y, justo en ese ínterin enganchamos con Supermercados Disco, a quienes todavía hoy le hacemos toda la distribución de la carne», comentó Hugo Viva.
«La Ráfaga Blanca» ya lleva 18 años trabajando con lo que hoy es el Grupo Cencosud (Disco, Plaza Vea, Jumbo) con la exclusividad en la distribución de la carne.

Por otra parte, la empresa fundada por García también trabaja para clientes puntuales en lo que respecta al traslado de medicamentos, como así también de vacunas para inseminación de vacas.

«Las vacunas viajan con camiones chicos pero congelados. También tenemos vehículos medianos, que por lo general se utilizan para las empresas de catering», explicaron los responsables de la empresa.

Consultado sobre el tipo de vehículos con los que cuenta la empresa, Hugo Viva destacó que el cliente puede contratar desde una sprinter hasta un semi de 15 metros.

«Todos tienen palas  hidráulicas para cargar y descargar, y los súpercongelados hasta 30 grados bajo cero tienen todas las variantes que quieras», explicó Viva.

Cada camión está equipado con un sistema de última generación para garantizar la seguridad de los productos. «El chofer aprieta un botón y el equipo trabaja solo y, desde adentro, se va controlando todo también constantemente -agregó-  son todos automáticos, le apaga el motor cuando llega a determinada temperatura y arranca cuando necesita».

«Es una flota nueva, los equipos fríos y las cajas térmicas se renovaron en los últimos dos años -añadió Hugo Viva- también cuentan con seguimiento satelital de temperatura y tiene un botón de seguridad que avisa cuando la puerta se abre y, de esa manera, evitar los robos».

Finalmente, consultado sobre los motivos por los cuales la gente debe contratar los servicios de «La Ráfaga Blanca», Hugo Viva remarcó que «la empresa tiene mucha responsabilidad en la tarea que desempeña, cuenta con un grupo de gente que responde y se trabaja 362 días al año, las 24 horas, solo se descansa el 25 de diciembre, el 1 de enero y el 1 de mayo».

•Transporte Refrigerado y Congelados
• Unidades equipadas con distintas gamas de frío

•  Planchada Hidráulica

• Telefonía Celular básica. Nuestros chóferes mantienen continua comunicación con nuestra base y nuestros clientes para evitar así posibles inconvenientes

•  Seguridad por monitoreo satelital y recupero de unidades

•  Monitoreo de temperatura en el trayecto de la carga

•  Unidades habilitadas por SENASA

• Todo el personal se encuentra con los seguros y coberturas de ley vigentes (ART, Seguro de Vida, Libreta Sanitaria), evitando así todo tipo de riesgos para su empresa

• Permisos Especiales para circular en distintas zonas, Camino Centenario y Gral. Belgrano (La Plata) y Partido de La Costa (Rutas 2, 11, 36,56, 63 y 74)

• Equipos Congelados y Refrigerados

• Equipos playos y porta jumbos

•Gran festejo aniversario
Con la visita del Intendente de Avellaneda, el Ing. Jorge Ferraresi, «La Ráfaga Blanca» festejó sus 85 de vida con una emotiva fiesta donde no faltaron las emociones y los recuerdos.

Acompañando a la familia fundadora, no faltaron ni proveedores ni clientes, quienes se acercaron para saludar por tantos años de trayectoria, compromiso y responsabilidad.

•Santiago Apóstol, su Patrono
El protector de la empresa es Santiago Apóstol, Patrono de España, atento a que el fundador de «La Ráfaga Blanca» era oriundo de La Coruña.

El logotipo de la empresa tiene el camino a Santiago Apóstol, donde van desde todo el mundo a peregrinar, mientras que el logo se encuentra no solo en los camiones sino también en la ropa que usan los choferes, como por ejemplo sus
camperas y sus pantalones.