El canje tuvo una aceptación del 66%

El ministro de Economía, Amado Boudou, informó ayer que «ingresaron 12.700 millones de dólares», lo que implica un «66% de aceptación». Además, destacó que el resultado superó holgadamente las expectativas.

El 92,4% de los acreedores de la deuda que cayó en default en 2001 han aceptado las condiciones de renegociación propuestas por el Gobierno en sus dos etapas (el último tramo obtuvo una aceptación del 66%) y, de esta manera queda normalizada gran parte de la megaoperación, a excepción de un minúsculo grupo de bonistas minoristas y la totalidad de los fondos buitres, que apuestan al litigio.

«Lo importante de este trabajo, que se hizo en dos etapas, es que el 92,4% de los acreedores de la Argentina han ingresado al canje y el volumen de la deuda ha caído un 75,06%», señaló el ministro de Economía, Amado Boudou, tras dar a conocer que en la segunda etapa se registró una «adhesión del 66%»”.

El ministro, acompañado por el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino, informó que en el tramo concluido ayer ingresaron «12.067 millones de dólares, llegando así a una adhesión del 66”».

«Estos números superan holgadamente las expectativas que nos habíamos planteado», subrayó Boudou, quien hizo hincapié en que «el porcentaje de aceptación global (92,4%) permite mirar con mucho optimismo el cierre de esta etapa».

Boudou, al momento de ponderar la propuesta, puso como ejemplo a los 600 millones de dólares de los denominados retenders (bonistas que participan por segunda vez del canje) que «ingresaron en este etapa y luego solicitaron la no inclusión argumentando que lo hicieron por error».

«Esto significa que nuestra propuesta era peor para los bonistas y mejor para nuestros intereses», explicó.

En cuanto a la cantidad de presentaciones, señaló que «hemos superado en un 10% lo que esperábamos», aclarando además que «ingresaron el 100% de los tenedores mayoristas, el 75% de los minoristas italianos y el 36% del resto de los minoristas».

En tal sentido, Boudou añadió que «el hecho de que no haya ingresado ningún fondo buitre significa que la propuesta está lejos de ser un regalo y vemos cómo estos fondos actúan de mala fe no sólo con la Argentina sino con el resto de los acreedores».

«La carga adicional del canje para el año que viene rondará los 365 millones de dólares, en tanto que será de 371 millones de dólares para el 2012», remarcó.

Respecto al contexto internacional en el que se llevó adelante la operación, admitió que se hizo con “mucha pericia técnica y corazón”, teniendo en cuenta “el colapso del euro, la volatilidad de las bolsas del mundo, la caída global del empleo y el freno súbito de todas las operaciones financieras”.

El ministro también se refirió a la posibilidad de cancelarle la deuda al Club de París al indicar que existe «una hoja de ruta y vamos a buscar el momento que más le convenga a la Argentina».

El funcionario afirmó que con el canje de deuda en default «la Argentina sigue poniendo en orden» sus cuentas, y proyectó que «2010 viene muy positivo, con un piso de crecimiento de 6,8 por ciento».

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