Vicente Castronvo: En las raíces de la marcha peronista

Escribe Antonio J. González.

Sus orígenes pueden documentarse en el barrio de la Boca, pero existen ramificaciones de su historia en nuestra ciudad. La marcha que a partir de 1950 identifica al mayor y decisivo movimiento social y político del país ha tenido un nacimiento compartido y polémico a partir de una música que adoptaron en 1936 una de las históricas murgas de la Vuelta de Rocha. Así lo señala Jorge Llistosella en su libro «La Marcha peronista. El enigma de su origen, la resolución del misterio y el papel decisivo de Evita en esta historia» que editó la editorial Sudamericana hace tres años.

Algunas de las referencias que se mencionan en sus páginas tienen que ver con personajes y actividades vinculados con Avellaneda. Uno de ellos fue quien grabó, recién en el 2006, la partitura original –con su ritmo murguero- de la marcha que originariamente escribiera Vicente Cóppola para la murga «El Rosedal» en 1928. Su intérprete fue el músico y bandoneonista Vicente Castronovo, vecino de Villa Domínico y activo militante en el arte no solamente musical, sino pictórico y cultural.

Castronovo fue un entusiasta participante de las murgas de aquella época, un personaje distinguido como «Ministro de la República de La Boca», director de coros, compositor premiado por nuestra ciudad, sus instituciones y organismos culturales de Buenos Aires y otras jurisdicciones. Ha sido uno de los entrevistados por el autor del libro para conformar todo el rompecabezas que fue el proceso de hacer aquella marcha partidaria.

Entre los antecedentes se cita como fuente de inspiración la marcha compuesta para la Agrupación Recreativa El Rosedal de La Boca en la década del ’20 para la comparsa de esa entidad. Esas mismas notas fueron utilizadas más adelante en otras marchas: la del Club Barracas Juniors y luego la de los obreros gráficos peronistas, entre otras, hasta llegar a la marcha de los adherentes a Perón.

En este proceso de transformación, la que correspondía a Barracas Juniors formó parte de la «Gran Velada Teatral organizada por el Conjunto Artístico Humor y Arte» –según dice el programa- que el 5 de febrero de 1931 se realiza en el Teatro Roma. Esta versión tenía letra de Juan Mufarrich, actor y director de teatro que esa noche dirigió y actuó en dos comedias de la época. «El turco» como se lo conocía, pese a ser de origen libanés y luego con nacionalidad argentina, era hincha de Racing y frecuentaba la actividad artística que había en nuestra ciudad. Llegó a comprar una casa en Sarandí y vivir allí con su familia. La música está basada en la que compuso Cóppola para El Rosedal.

Según Llistosella, esa misma música fue usada para ponerle letra a una marcha de la comparsa «Los Amantes de la Suegra» que integraban por aquella época empleados de la Duperial y socios del Club Villa Bernasconi de Sarandí. Tal era la popularidad e impacto popular de lo que en 1949 sería el soporte musical de la marcha peronista con la intervención de Oscar Ivanissevich, Eva Perón y la famosa grabación de Hugo del Carril. Sones que aún redoblan como un signo distintivo de la historia social y política de 1945 hasta nuestros días.

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