Un silencio que no sirve

Escribe Dr. Juan Manuel Casella.

El martes pasado, Estados Unidos eligió un nuevo presidente. El resultado de la elección conmovió al mundo porque durante la campaña electoral, Trump utilizó un discurso demagógico, agresivo, despectivo para con los latinos que allí viven, que se apoyó en prejuicios irracionales y en ostensibles falsedades. Por primera vez, el máximo poder militar del mundo quedará en manos de un multimillonario transgresor, carente de equilibrio, sin antecedentes políticos, que como candidato despreció los límites institucionales y ni siquiera aplicó nociones elementales de política internacional.

 
¿Uds. escucharon alguna opinión del Comité Nacional de la UCR acerca de los orígenes y las asechanzas de una situación que podría poner en peligro la paz mundial?. Las autoridades partidarias ¿no deberían convocar a los expertos–que el Partido los tiene y buenos- para analizar la nueva distribución del poder en Estados Unidos y en ese marco, la forma de disminuir los riesgos para Argentina?

 
Un análisis de ese tipo y sus conclusiones ¿no serían útiles para mejorar el desempeño del gobierno y contribuirían a eludir errores evitables?. El presidente del Comité Nacional ¿no está demasiado ocupado en buscar la forma de garantizarle a María Eugenia Vidal el poder para decidir la integración de las listas en Provincia de Buenos Aires para las elecciones del 2017, a tal punto que no tiene tiempo de ocuparse de la alarmante situación política en Estados Unidos?.

 
No es la primera vez que las autoridades nacionales de la UCR incurren en una omisión tan visible: Brasil –nuestro principal socio comercial y el primer destino de nuestras exportaciones industriales- vive una crisis política y económica que ya arrastró a Dilma Rousseff y está lejos de resolverse. También en este caso, la conducción partidaria se quedó muda, no emitió opinión ni cumplió su función orientadora.

 
Fíjense que me estoy refiriendo a temas de carácter internacional. Evito aludir a derrapes producidos dentro del gobierno. Se trata solo de dos ejemplos. Hay otros, que exponen un silencio culposo. La primera obligación de un partido político de trayectoria popular consiste en mantener una fluida comunicación con el pueblo. Todos los argentinos –los que nos votan y los que nunca lo hicieron- tienen derecho a saber que piensa la UCR sobre los problemas que afronta la Nación.
Un partido silencioso no orienta, ni conduce, ni convoca.
Si seguimos así, la gente no creerá que callamos nuestro pensamiento: creerá que no lo tenemos y allí, estaremos muertos.
Aún aquellos dirigentes que viven la ensoñación de una candidatura futura bendecida por el poder, deben recordar que después de alcanzar la candidatura hay que ganar las elecciones. Un partido sin opinión, sin pensamiento, sin valoraciones críticas no puede ganar ni es un buen socio para una coalición que pretende seguir siendo ganadora.
Dr. Juan Manuel Casella

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