El cortejo fúnebre que acompañaba los restos de Cabral llegó a las 11.30 de a la necrópolis situada en la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas La familia y los amigos del cantautor, asesinado en Guatemala a los 74 años, participaron después de un responso con el cual fue despedido el músico, cuyos restos quedaron en el cementerio para su posterior cremación, siguiendo los deseos que el artista expresara en vida.

El cortejo había partido a las 10.30 desde el teatro ND Ateneo, donde el púbico despidió la salida del féretro hacia el cementerio entonando las estrofas de “No soy de aquí ni soy de allá”.

Antes de llegar al Jardín de Paz, la caravana se detuvo unos minutos en la esquina del bar La Biela (Quintana y Ortiz), del cual el artista era habitué.

Cabral fue asesinado el sábado pasado en la ciudad de Guatemala por un comando sicario cuando se dirigía hasta el aeropuerto de La Aurora en compañía del productor de espectáculos nicaragüense Henry Fariña, destinatario de las balas que mataron a Cabral, según fuentes policiales.

El féretro con el cuerpo del músico arribó al país a las 8.36 de ayer en vuelo aéreo desde Guatemala y fue recibido en el Aeroparque Jorge Newbery por su viuda, Silvia Pousa, familiares, el canciller Héctor Timerman, y el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia.

Desde allí los restos del artista fallecido a los 74 años fueron trasladados hasta el ND Ateneo, donde se montó una capilla ardiente por la que desfilaron distintos artistas y público en general para un último adiós al autor de “Vuele bajo”.

La presidenta, Cristina Fernández, decretó tres jornadas de duelo para todo el territorio argentino, en un comunicado donde se remarca que el artista “consagró su vida al canto, transmitiendo con sus letras el espíritu de paz inspirado en las enseñanzas de Jesús, Ghandi y la Madre Teresa de Calcuta”.