Semana clave en la ONU para el conflicto de Israel y Palestina

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, partió rumbo a Nueva York para participar en la 66ª sesión de la Asamblea General de la ONU, donde tiene previsto pedir el reconocimiento del Estado palestino.

El Cuarteto para Medio Oriente concentra esfuerzos para relanzar las conversaciones de paz, al comienzo de una semana clave en la que -en medio del rotundo rechazo israelí- el líder palestino, Mahmud Abbas, solicitará a la ONU el reconocimiento del Estado palestino.

Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), partió este domingo temprano rumbo a Nueva York para participar en la 66ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde tiene previsto pedir el reconocimiento del Estado palestino.

El palestino planteará la propuesta ante el Consejo de Seguridad -máxima instancia decisoria del organismo internacional- donde Estados Unidos ya adelantó su veto, y ante la Asamblea General, donde previsiblemente será aprobada por mayoría.

El ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riyad al Malki, dijo que la agenda de Abbas “está repleta, ya que muchos de los países que participarán de la sesión solicitaron escuchar la postura palestina antes del discurso de Abbas”, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias oficial palestina, WAFA.

Acompañan a Abbas su portavoz, Nabil Abu Rdainah; el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Abed Rabbo; el negociador jefe de la OLP, Saeb Erekat; y el diputado árabe-israelí en la Knesset Ahmed Tibi.

La iniciativa palestina, no obstante, tiene el fuerte rechazo de Estados Unidos e Israel, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, aseguró que “fracasará”, tras acusar a los palestinos de “torpedear las negociaciones de paz”, frente a su gabinete en Jerusalén, según informó la agencia de noticias DPA.

Netanyahu acusó a los palestinos de evitar las conversaciones directas incluso después de que su gobierno tomara la “decisión sin precedentes” de congelar la construcción de nuevos asentamientos judíos en Cisjordania, el año pasado.

“Durante diez meses, ellos simplemente no estuvieron dispuestos a venir y negociar”, reclamó el jede de estado.

Netanyahu explicó que viajara la semana siguiente a Nueva York para “aclarar” que la petición palestina “es un intento de evitar las negociaciones y que la misma no tendrá éxito ni pasará en el Consejo de Seguridad”.

El líder israelí hablará en la Asamblea para dejar claro que “Israel quiere la paz y son los palestinos quienes están haciendo todo lo posible para torpedear las conversaciones directas” con el Estado hebreo.

La Asamblea General, el máximo cuerpo de la ONU, está formada por los 193 Estados miembros, mientras que el Consejo solo lo integran 15 países, cinco de ellos con categoría de permanentes y con el privilegio de veto, que son Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y China.

Si Estados Unidos, como prometió, veta el pedido palestino de integrar el organismo como “miembro pleno” los palestinos tienen previsto ir directamente a la Asamblea General y buscar el estatus de “Estado no miembro”, pedido en el que es muy probable que obtenga apoyo mayoritario, y donde no es posible el veto.

Esta posibilidad inquieta al gobierno israelí y sacude el tablero diplomático internacional, pues podría convertir a Israel en el ocupante de un Estado, y no de unos “territorios, para la legalidad internacional.

En ese marco, representantes del Cuarteto para Medio Oriente intentan frenéticamente llevar de nuevo a las partes a la mesa de negociaciones, antes de que la iniciativa palestina ponga a Washington en la incómoda posición de tener que explicar a los países árabes, en plena efervescencia política, su veto.

La secretaria de Estado norteamericano, Hillary Clinton, tiene previsto reunirse con la representante de Asuntos Exteriores de la UE, Catherine Ashton, en Nueva York, mientras el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lo hará con el enviado especial para Medio Oriente, Tony Blair, quien confía en “evitar una confrontación”.

La Unión Europea, dividida sobre el intento palestino, también apuesta por la vuelta a las negociaciones como única vía para lograr la paz en la región

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