Frente a los cientos de “ladrillos” de la droga incautada, la ministra calificó de “héroe” a quien estuvo a cargo de la investigación de los distintos operativos, el juez federal de Morón Juan Pablo Salas, y manifestó que sentía “alegría” por los resultados obtenidos.

La quema de la droga se realizó este mediodía, en la empresa de tratamiento de residuos Trieco S.A., situada en Camino de la Costa y Sargento Ponce, de Dock Sud, donde fueron arrojados a los hornos 3.200 kilos de marihuana secuestrados el último 14 de agosto en un operativo llevado a cabo en la localidad bonaerense de Cañuelas, denominado “Claxon”.

En esa oportunidad, el juez Salas ordenó el allanamiento de un campo adonde una banda de traficantes almacenaba grandes cantidades de marihuana que trasladaban en camiones, y que luego distribuían por el país.

Por esa causa está detenido el conductor del camión en el que los delincuentes transportaban el cargamento incautado, cuyo valor estimado en el mercado clandestino es de unos 15.000.000 de pesos, y hay cinco pedidos de captura para cómplices.

Además, también fueron quemados hoy unos 50 kilos de cocaína correspondientes a otro operativo, en el que la policía desbarató junto a efectivos encubiertos de Grecia a una banda internacional.

En el marco de esa investigación iniciada el 4 de julio de 2007, el juez Salas y los efectivos de la delegación de Delitos Complejos la Policía Federal determinaron que la banda tenía dos cabecillas, y estaba integrada por delincuentes de nacionalidades serbia, peruana, paraguaya, argentina y ecuatoriana.

Salas recordó en la conferencia de prensa que los delincuentes “trataban de enviar la droga a Grecia en una gran cantidad, y que en el día a día se financiaban enviando `mulas` a distintas partes del mundo como Malasia y Europa”.

Uno de los métodos que utilizaba la banda para enviar la cocaína al exterior, era camuflarla en forma líquida dentro de botellas de vino, informaron los voceros del ministerio de Seguridad.

El primero de los dos cabecillas, un hombre de origen serbio llamado Zoran, ya fue detenido y extraditado a Grecia, donde fue sometido a juicio y condenado a 18 años de prisión.

Además, la policía detuvo a otras 12 personas, y el juez Salas solicitó la extradición desde Perú de cuatro integrantes de la banda además de la del sindicado segundo líder, un hombre de apellido González Cáceres, alias “Don Sata”, cuyo trámite ya fue aprobado y llegará al país próximamente.

Garré, por su parte, manifestó que sentía “mucha alegría” tras ver concretados ambos procedimientos, y consideró que éstos se lograron por “muchas horas de trabajo y mucho esfuerzo” de quienes participaron de la investigación.