Periodismo en los barrios

Escribe Antonio J. González.

Con el nacimiento del siglo Veinte comenzó en nuestra ciudad el periodismo barrial que no tenía otro objetivo, además del cultural o literario, reflejar las inquietudes y acciones en cada barrio. Para entonces se iban consolidando la organización de los centros de población más allá del sector central. Crecían las sociedades vecinales, los clubes deportivos, las bibliotecas populares y las organizaciones comerciales, industriales y de bien público. Con este desarrollo surgían las necesidades de expresar al “barrio”, ese conjunto social y cultural que crecía al impulso de los fraccionamientos de los potreros, el “rancho” o la casa propia, nuevas fuentes de trabajo, etc.

 

Ya para en el inicio del ‘900, un pintor y periodista radicado en la Isla Maciel, Juan A. Chiozza, se lanza en la Isla Maciel con una publicación denominada “El Pensamiento” que contenía información, inquietudes tanto culturales como vecinales. Otros ejemplos similares comenzaban a florecer en casi todas las regiones de nuestra ciudad. En 1915, se conoce “La Idea” en Remedios de Escalada (entonces en el municipio), en 1923 el periódico “El Poder” de Nicolás Chiozza, en el Dock Sud, y tres años después Cayetano Timpanaro y Francisco Morfino Riera lanzan en Piñeyro el periódico “Nueva Vida” que iba a recoger las inquietudes, ideas y proyectos sociales y urbanísticos que entonces se comenzaban a discutir en asambleas y congresos de las instituciones locales.

 

También en Piñeyro, José Palmeiro publica el periódico “Riachuelo” y en 1926 Aquiles Castellano hace lo mismo con “Nueva Época” en la zona de Wilde y Domínico. Podemos mencionar también a “El Noticiero” de Antonio Camino, “El Pensamiento” de Alfonso Chiozza Parodi, entre muchos más.

 

Esas publicaciones no eran las únicas. También surgían iniciativas similares en cada rincón de la ciudad, ya sea por necesidad expresiva desde lo cultural, el periodismo y la literatura como por el reclamo vecinal por mejoras y adelantos en los servicios edilicios y barriales. Eran poblaciones en continuo crecimiento con las necesidades sociales, servicios y obras urbanísticas, en muchos casos, reclamadas por los vecinos.

 

Todos ellos también forman parte del proceso histórico de aquellos años. Otros son y serán los que toman aquellas banderas. La ciudad no ha detenido su urbanización ni la modernización de sus servicios, como tampoco los reclamos sociales y urbanísticos que se renuevan. Hay páginas del periodismo barrial que están por escribirse formando parte de la movilidad social y la dinámica de toda sociedad.

 

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