Oscar Smith nació un 8 de enero en Villa Dominico y permaneció en su barrio y, a través de los años se casó y tuvo dos hijas.

El 11 de febrero de 1977 – siendo Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza – salió de su casa en Villa Dominico, tomó por la Av. Mitre y luego Debenedetti; ese día debíamos encontrarnos con otros compañeros – entre ellos Oscar Lescano – hecho que nunca sucedió porque fue interceptado y secuestrado por un comando que integraba la dictadura militar.

«Por siempre Secretario General de Luz y Fuerza», Oscar Smith, de quien aún no hemos sabido su destino y, cobardemente nadie se ha hecho cargo por más años que han pasado. Las investigaciones nunca cejaron. Muchas veces pienso que, él podría estar disfrutando de su familia y afectos y no dudo de que tendría alguna actividad político gremial, porque el Oscar «El gato» Smith había nacido para ello.

Éramos jóvenes y teníamos sueños que acompañaban los ideales (que quienes estamos, aún preservamos) de concretar la dignificación de la vida de los trabajadores, y trabajar por una Argentina grande que cobijase a todos los habitantes de nuestro suelo, con inclusión social, trabajo digno, libertad de expresión, en fin una cantidad de premisas que se han ido logrando,- algunas faltan y por ello seguimos trabajando.

Siempre quisimos que la justicia social y la doctrina humanista y cristiana que dejó el General Perón en su legado, fuese una realidad para todos los argentinos.

En Avellaneda Oscar Smith fue declarado «Vecino ejemplar» y reconocido por su constante preocupación para lograr las metas que se imponen cuando se lucha por los derechos sociales y universales que hacen a la dignidad. Por eso sostenemos que nunca más, ningún poder debe generar la desaparición forzada de personas bajo ninguna circunstancia: «Todo dentro de la Ley, fuera de la Ley nada»

Oscar Smith fue un luchador a quien perdimos en uno de los momentos históricos más duros por los que atravesó nuestro país. Por ello el Sindicato de Luz y Fuerza y todos los gremios del país; lo recuerdan y homenajean de manera constante por su envergadura de gran dirigente del movimiento obrero argentino. Para que su presencia perdure en la memoria colectiva se ha puesto su nombre en plazas de Avellaneda y otros lugares, una calle en su barrio Villa Domínico, pero además hay calles y plazas que llevan su nombre en Quilmes, Lomas de Zamora, en la Provincia de Córdoba y diversos sitios de nuestro país; hasta una escuela lleva su nombre.

Oscar Smith: compañero lucifuercista – pero por sobre todo luchador por los derechos del trabajador – que continúa siendo el símbolo de quienes con verdadera pasión ponen las ideas y también el cuerpo. Creo que debe ser tomado como ejemplo por los jóvenes, por los militantes y por todos quienes deseamos vivir en un país inclusivo, solidario y con una clase trabajadora respetada y con movilidad social.

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