Oscar Dante Lafontana: 3º puesto en el Torneo Nacional de Bochas para deportistas con parálisis cerebral
Del 23 al 28 de Noviembre pasado, en el Estadio Delmi de la Ciudad de Salta, se llevó a cabo una nueva edición del Torneo Nacional de Bochas para deportistas con parálisis cerebral. El certamen contó con la participación de más de 200 atletas de todo el país y tuvo como a uno de los protagonistas destacados al avellanedense Oscar Dante Lafontana, quien obtuvo un dignísimo 3er. puesto en la modalidad Individuales, para la Categoría BC2.
Lafontana volvió a tener una gran performance durante la competencia ya había sido Campeón del mismo torneo en 2007-, ganando 5 de los 7 partidos que disputó. El joven avellanedense, que defiende los colores de Vélez Sarsfield, quedó eliminado en la semifinal en manos de Pablo Cortez, uno de los máximos exponentes de las bochas de la Argentina, integrante de la Selección Nacional, quien obtuviera el 4to. puesto en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008.
Osky ocupó el 3er. lugar en el podio, detrás del propio Cortez (Campeón) y Fernando Cordinaldesi (Sub-Campeón), ambos representantes del Círculo Deportivo de Lisiados (CIDELI), de la ciudad de Mar del Plata.
Oscar juega a las boccias en el club de Liniers desde el 2006 y se sintió un poco nervioso, pero feliz con el resultado obtenido en Salta. Y sabe que jugando en este nivel, tiene chances de vestir la celeste y blanca. Tengo que practicar muy bien para ser, el año que viene, candidato a la Selección, aseguró con confianza.
En el marco de esta nota, La Ciudad dialogó telefónicamente con el Director Técnico de la Selección Nacional, Pablo Iocca quien, a priori, dejó la puerta abierta a esa posibilidad: A Oscar lo conozco muy bien. Lo venimos siguiendo desde hace tiempo, y en los últimos torneos ha tenido muy buenos rendimientos. Es un jugador que se desempeña en una de las categorías más competitivas (BC2) ya que posee un perfil funcional importante, que le permite ejecutar distintas tácticas y variantes de juego, ya sea para arrimar o bochar. Por sus condiciones físicas, es capaz de lanzar de arriba (sobre el hombro, tal como se hace en el handball) o de abajo, (desde entre las piernas o desde el costado de la silla). Y si bien, por el momento, se encuentra en una etapa de evaluación, tiene un perfil que le da para estar en la Selección, afirmó el entrenador.
Todo un ejemplo
Como todos los martes, a media mañana, Oscar llegó hasta el consultorio de la Doctora María Rosa Veltri, la fonoaudióloga que lo atiende desde que era chiquito.
Lo acompaña Vicente, su ambulanciero oficial, que lo traslada de aquí para allá desde hace 14 años.
La sesión de hoy es especial, porque viene la gente del diario a entrevistarlo. Y Osky, con su sonrisa indeleble y su pulgar derecho hacia arriba, expresa con un lenguaje universal que está feliz y contento por la novedad.
La Doctora Veltri, orgullosa de tenerlo como paciente, no deja de mirarlo ni un instante y sonríe a la par de él, al tiempo que cuenta a este periodista, con gran emoción, cómo es Oscar Lafontana.
Oscar es un ser humano maravilloso, tenaz y que siempre mira para adelante. No obra en función de su discapacidad. La toma y la acepta, porque revaloriza sus capacidades para lograr cosas sorprendentes. Para mí es un orgullo y un honor tenerlo como paciente. Yo aprendo mucho de él y me ha enseñado mucho durante todos estos años, sostuvo.
María Rosa explicó las dificultades que Oscar ha ido atravesando con relación a su parálisis cerebral, un trastorno permanente que ha afectado su psicomotricidad.
La parálisis cerebral te puede provocar distintas afecciones. En el caso de él, más allá de lo motor, también lo que le provocó fue una disartria severa (una alteración del habla, en la que la movilidad de los músculos orolinguofaciales está muy comprometida y por eso los procesos fonorrespiratorio, articulatorio y resonancial, están gravemente afectados). Esa disartria severa hace que él no pueda hablar, que no pueda articular. Y además padece una afasia verbal (incapacidad de producir o comprender el lenguaje), que es como una sordera verbal. El escucha pero no decodifica los sonidos del lenguaje. Como si escuchara ruidos. Por lo tanto, nos comunicamos a través del código lecto-escrito.
Veltri mencionó que, además del comunicador que utilizan, Oscar se maneja mucho desde lo senso-perceptivo, desde los gestos, desde las miradas y desde las señas. Recién a los 8 años comenzó a incorporar el lenguaje. Hasta ese momento se comunicaba espontáneamente por señas, sin ningún tipo de código estructurado. Entonces tuvimos que armar y buscar un código alternativo de comunicación. Por suerte él tiene una memoria impresionante, pero fue todo un trabajo de hormiga, recordó la profesional.
Asimismo, la fonoaudióloga resaltó los aspectos más salientes de su labor como médica y destacó de qué manera responde Oscar. Yo estoy acá para a ayudar al otro a que tenga otras herramientas, a curarse, mejorarse o rehabilitarse. Antes de ser un profesional, uno es persona. Lo que hace la diferencia es la mirada que uno tiene sobre el otro. De nada sirve que yo lo estimule si él no quiere hacer nada. El pone las ganas, él pone el esfuerzo, él tiene esa actitud de vida. Pero al margen de todo eso, tenemos una relación muy particular. Nos queremos mucho, dijo emocionada, mirándolo de reojo.
A los 25 años, Oscar Dante Lafontana demuestra que no solo es un gran deportista. Porque además de ser un destacado jugador de bochas, es un alumno muy estudioso y ha sido el mejor promedio en 5to. año de la secundaria en la Escuela de Vitra, una institución educativa que pertenece a la fundación homónima y que se encarga de capacitar a jóvenes con necesidades especiales. Allí también se desempeña como bibliotecario y, al mismo tiempo, es periodista del blog de dicha entidad.
Sin dudas Oscar es un Campeón de la vida. Un verdadero ejemplo de que todo es posible cuando hay ganas de superarse y mirar las capacidades y no aquello a lo que no podremos acceder, tal como afirmó la Doctora Veltri. O dicho de otro modo: se puede ser feliz con lo poquito que tenemos, sin tener que lamentarnos por lo mucho que nos falta.
¡Felicitaciones Osky!