La iglesia del Carmen celebra su año jubilar con la restauración del templo

La parroquia de Wilde cumplió 75 años y continúa trabajando junto a la comunidad en las obras de puesta en valor del frente y las torres del histórico edificio. También fueron reparados los diez vitrales internos y el campanario.

La Parroquia Nuestra Señora del Carmen cumplió 75 años y, en el marco de su año Jubilar, continúa trabajando en la restauración del templo, no solo para conservar un monumento histórico entre los vecinos de de Wilde, sino también por respeto a todos aquellos que, por el año 1935, pusieron todo de sí para su construcción.

Con mucho esfuerzo y la colaboración de la comunidad, se completó la primera parte de las obras que incluyó la restauración de los diez vitrales internos del templo y de cada una de sus protecciones.

Por otra parte, en noviembre se inició con la segunda etapa de la obra que abarca la puesta en valor del frente y las torres. En tanto, el campanario tuvo que ser reparado en su momento por problemas de infraestructura y ahora se lo ha restaurado en forma definitiva.

«Sin tener que picar, es decir solo de desprendimientos, se sacaron veinte bolsas de escombros, se han hecho a nuevo la mayoría de las molduras y también se está trabajando en la coloración para que sea el original. Nos han prometido que para Navidad vamos a poder descubrir la fachada para que la comunidad vea el avance de la obra», informó el padre Fabián Esparafita, párroco del lugar.

«Entre el 15 y el 30 de enero estaría concluida esta segunda etapa de restauración -agregó- y Dios mediante empezaremos con la tercera etapa que sería trabajar sobre los laterales del templo y luego, la cuarta etapa, su interior».

Una vez culminada la restauración arquitectónica, los trabajos estarán orientados a todo lo que sea arañas, luminarias y decoración interna.

Consultado sobre cómo solventaron económicamente estos trabajos, el Padre Fabián remarcó que «el año pasado hicimos un bono contribución para encarar la restauración de los vitrales y después organizamos una cena donde le consultamos a la comunidad si nos animábamos a encarar la puesta en valor del templo».

«Desde esa cena hasta el inicio de los trabajos, lo que hicimos fue recaudar fondos de la solidaridad de la gente. La intendencia nos ha favorecido con la declaración de las obras como de Interés Municipal y, junto con ello, nos está cubriendo los gastos de los materiales», afirmó el cura párroco.

Finalmente, el padre Fabián aseguró que «si bien no tenemos todos los fondos para completar la restauración total, tenemos promesas que nos hacen pensar que la etapa de la fachada estaría cubierta; nos faltaría conseguir el dinero para reparar los laterales y el interior del templo, que son cerca de 700.000 pesos».

«Todo aquel que quiera colaborar, y tener el respaldo de recibos oficiales que permiten acreditar la donación ante la AFIP para deducir ganancias, podrá acercase al templo en Raquel Español 371, llamar al 4207-3986 o escribir al correo parroquia.nsdelcarmen.wilde@gmail.com», puntualizó el Padre Fabián.

Año jubilar y Navidad, dos motivos para reencontrarse

«El 4 de diciembre hemos celebrado el 75ª Aniversario de la creación de la parroquia, es decir el nacimiento como comunidad cristiana, y el 31 de mayo celebraremos los 75 años de la inauguración del templo. Hasta allí llegará nuestro Jubileo», explicó el padre Fabián.

«Es un año de celebración, de reconocimiento y de alegría, es un año también para pedir perdón -sostuvo- reconocemos el inmenso amor de Dios en nuestra vida y, de alguna manera, le queremos pedir perdón a aquellos que pudieron haberse sentido heridos por nuestra propia fragilidad o limitaciones».

«Cualquiera de nosotros podría decir que a Dios se lo encuentra en todos lados o que no hace falta ir al templo para su encuentro. Éstas son afirmaciones que en su parcialidad muchas veces son ciertas, pero que en relación con la vida diaria no llena el corazón, porque el mismo Jesús iba todos los años al templo de Jerusalén», expresó.

«El templo tiene como característica que es la casa de todos, el lugar donde ninguno es rechazado ni expulsado, salvo que por propia decisión haya elegido alejarse de Dios. El templo es la casa más democrática que hay, todos nos reconocemos hermanos», añadió el Padre Fabián.

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