Desde la cartera agroindustrial consideraron que “la abundante caída de agua afectó la logística de la cosecha, impidiendo recolectar gran parte de la producción que ya se encontraba lista para levantarse”, lo que produjo anegamientos temporarios y pérdida de calidad por manchado y brotado de los granos, además que remarcó una caída en los rindes “por dehiscencia y pudrición de vainas”.

También advirtieron en el informe que de persistir “las condiciones climáticas adversas, las pérdidas se irán incrementando” y remarcó que el avance de la cosecha se encontraba en un 14% del área sembrada apta, lo que representó un 33% menos que la campaña pasada.

Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó un recorte en la producción del 6,7%, con una caída interanual del 7,9% y subrayó que debido las lluvias caídas esta última semana “no se registró progresos sobre la franja central de la región agrícola y solo se revelaron avances menores en sectores del extremo norte y sur de la misma”.

A través del informe Panorama Semanal Agrícola, la actual campaña lleva cosechado solo el 16,4% de la superficie apta, “lo cual implica un avance intersemanal de tan solo 1,2 puntos porcentuales y, a su vez, acentuando el retraso interanual al -29,6%”, mientras que para la misma época del año pasado, la trilla contaba con un avance del 46%.

Según el relevamiento realizado por la entidad, las zonas más afectadas corresponde el núcleo sojero nacional, compuesto por el centro-este de Entre Ríos, centro-norte de Santa Fe, Núcleo Norte, Núcleo Sur y centro-norte de Córdoba.

En base a esto, la Bolsa señaló que dicha región “registra sectores con pérdidas de superficie, ya sea por inundaciones o por abandono de lotes afectados por hongos” y destacó que “en algunos casos los problemas de calidad de los granos son tan extremos que no justifican la recolección de los cuadros”, a lo que sumó que en la periferias de los sectores más afectados “la merma de los rindes es considerable” y es lo que marcó la baja en las estimaciones de producción.

Sin embargo, la entidad no descartó nuevos recortes en las estimaciones ya que “faltan las pérdidas de cosecha que se registrarán una vez que ingresen las maquinas puedan ingresar a los lotes”, por lo que indicaron que las mermas pueden “alcanzar magnitudes del 15% al 30% sobre el rendimiento inicialmente previsto”.

Estas consideraciones concordaron con las proyecciones de recortes de la Sociedad Rural Argentina (SRA) que llegarían a los cuatro millones de toneladas, lo que significaría entre “1.200 y 1.300 millones de dólares que dejarían de entrar a la economía del país”, manifestó su presidente, Luis Miguel Etchevehere, mientras que el mega productor Gustavo Grobocopatel, estimó el descenso en “dos o tres millones de toneladas”.