El Ministerio de Salud inició el ciclo lectivo de la carrera de enfermería en los 42 centros de formación que funcionan en hospitales públicos.

El titular de la cartera sanitaria, Alejandro Collia, destacó el bajo porcentaje de deserción en la carrera en el año pasado, y lo atribuyó a que “por un lado, los alumnos tienen un estímulo económico mensual y, por otro, tienen garantizada la salida laboral en el mismo lugar que los formó, donde seguramente ya han desarrollado un sentimiento de pertenencia”.

Con el inicio del segundo ciclo lectivo de la carrera de enfermería en los 42 centros de formación que funcionan en hospitales públicos de la provincia de Buenos Aires, 2.300 alumnos se suman al plan de capacitación que busca formar 4.500 nuevos enfermeros en los próximos cuatro años, quienes prestarán servicio en el sector público de la salud.

Al igual que el año pasado, cuando iniciaron la carrera en el marco del “Plan Eva Perón” otros 2.240 alumnos, el ministerio de Salud provincial se ocupará de pagar a los nuevos ingresantes una beca de 500 pesos todos los meses a modo de estímulo, para que continúen estudiando.

“Entre esta semana y la que viene arrancan los 42 centros de formación de enfermeros que funcionan en los hospitales provinciales y, habida cuenta de la cantidad de inscriptos que tenemos, vamos camino a cumplir el objetivo del plan: la formación de 4.500 enfermeros en los próximos cuatro años para recomponer el histórico déficit de ese recurso humano”, explicó la directora de Capacitación de Técnicos del ministerio de Salud, Hilda Wynne.

La funcionaria agregó que el plan contempla “una contraprestación por parte de los estudiantes: una vez que terminan la carrera ellos deben prestar servicio durante el tiempo que duró la carrera en el hospital donde se formaron”.

El ministro de Salud, Alejandro Collia, destacó que “el año pasado ingresaron a la carrera de enfermería unos 2.240 aspirantes y, al cierre del año, la deserción no superaba el 20 por ciento, cuando lo habitual en una capacitación de adultos es que deje la carrera a lo largo del primer año un 50 por ciento de los ingresantes”.

Collia atribuyó la baja deserción a que “por un lado, los alumnos tienen un estímulo económico mensual y, por otro, tienen garantizada la salida laboral en el mismo lugar que los formó, donde seguramente ya han desarrollado un sentimiento de pertenencia”.

Nuevo plan
Wynne explicó que este año los ingresantes tendrán un nuevo plan de estudio que aumenta las prácticas profesionales a un 50 por ciento de la carga horaria, y hace mayor hincapié en el trabajo preventivo en los barrios.

Además, el nuevo plan de estudios incorpora la formación en inmunizaciones y resucitación cardiopulmonar para casos de emergencia en el primer año de la carrera. Por otra parte, suma dos nuevas materias: Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo y Comunicación, “ésta última orientada a fomentar un profesional pero también humanizado con el paciente y sus familiares”, concluyó Wynne.