Luis Masseroni: periodista y poeta

Escribe Antonio J. González.

Fue un amigo de este diario y colaborador espontáneo y amistoso. Luis Masseroni, en su amistad con el periodista Juan José de Soiza Relly, en las décadas del ’60 al ’80, se había constituido en un amigo que, con su trato amable y su sonrisa, solía compartir momentos con muchos personajes famosos de aquella época que le permitió elaborar reportajes, comentarios y notas periodísticas especiales. Por eso, aquellos que lo conocíamos, recordamos anécdotas e historias comunes.

 

 

En esta línea está el recuerdo de Carlos Pintos de su encuentro con el periodista y el escultor Julio César Vergottini: “Fue por 1982, un domingo luminoso de setiembre cuando el poeta Luis Masseroni, otro emblema de la cultura, me invitó a hacerle una visita a nuestro amigo en su torreón de Barracas, sobre el Riachuelo, donde vivió sus últimos treinta años. No lo encontramos allí, en ese reducto de artistas e intelectuales, y donde colegas y amigos del escultor, nos reuníamos en ocasionales tertulias hasta tarde de la noche. En la puerta del edificio, en la mirilla, Julio solía poner un cartelito cuando se ausentaba. En esa ocasión, su destino decía: “Estoy  desayunando en el Puentecito”, un bar ubicado a pocos metros del Torreón, en Luján y Vieytes, y donde se reunía habitualmente la bohemia del sur de Buenos Aires. Allí lo encontramos con José Luis Menghi, otro de los próceres de la plástica argentina”. Y por supuesto Masseroni no estaba ausente en ese encuentro.

 

 

Unos años antes, 1978, Masseroni publica en este diario el diálogo-reportaje que le hizo a Josefina Navone de Casanova, nota publicada en el anuario de ese año. “En el viaje de bodas que emprendiera en 1912 junto a su esposo, José Félix Casanova, en el “Príncipe de Saboya” desde Génova…no tuvieron que internarse demasiado para dar con la “tierra prometida” –dice Masseroni- Don José, experto agricultor y buen conocedor de la tierra fértil y onerosa, después de visitar la costa del Río de la Plata, por los pagos de Sarandí y Domínico, se dijo: ¡Esto es lo que necesito!… se dijeron: ¡Manos a la obra!”. Y este documento ha servido de testimonio vivo de uno de los pobladores emblemáticos de las quintas costeras de nuestra ciudad. Su preferencia por los temas del barrio, de sus personajes y sus habitantes. Había publicado varios libros que dan ese testimonio: “Recuerdos infantiles”, “Mis cantares” 1944, “Acuarelas ciudadanas” 1950, Alma y poulso de la calle 1955, “Acuarelas en el recuerdo” 1980, y “Gardel su vida y su época, 1985. En la Antología de Poetas de Avellaneda (2007) Masseroni está representado con su poesía “Banco de Plaza” donde expresa: “Figura popular / Adorno edilicio útil y servicial / esqueleto de varillas alineadas / como brazos tendidos, cual amigo cordial”.

 

En 1986 fallece y se lo recuerda en el Anuario de este diario: “Un eterno buceador del alma ciudadana y de todo aquello que tenía relación con la cultura, sin llegar a ponerse la toga y mostrarse con absurdo boato”.

 

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