“Para un argentino, no debe haber

nada mejor que otro argentino”

Juan Perón

Cuando los trabajadores se organizan logran derechos y esos derechos deben ser respetados. El 17 de octubre de 1945, cuando detuvieron al entonces Coronel Juan Domingo Perón, lo que se hizo fue subestimar la fuerza de la organización y la representatividad que se les había dado a aquellos que con su trabajo estaban construyendo el país. Nativos e inmigrantes por igual, de pronto vieron cómo los grupos cívico militares de siempre, pretendían recortar aquellos beneficios que de a poco todos los trabajadores: tanto los empleados, obreros como los peones iban conquistando a lo largo y ancho del país.

Así fue como cuando fue detenido Perón en la Isla Martín García y luego en el Hospital Naval, y miles de trabajadores se congregaron en la Plaza de Mayo para pedir su liberación. Siempre digo que ese día nació el Peronismo y con él, el objetivo de la redistribución de la riqueza.

En la actualidad esos derechos se ven amenazados por grupos conservadores – con nuevos nombres y siglas – que pretenden romper el ideal de una Comunidad Organizada. El Justicialismo ha querido siempre la felicidad del pueblo, y hoy estamos en una situación que nos desafía a tener la memoria muy activa y presente. No han pasado tantos años – para los más jóvenes – y para nosotros los recuerdos de “planes económicos mágicos” que terminaron en violencia y desapariciones.

Es por ello que estoy convencido de que hoy más que nunca desde todos los sectores del trabajo y la producción nacional, debemos unirnos para que el próximo domingo 22, podamos honrar a la maravillosa gesta del 17 de octubre: día en que los postergados entrelazaron sus corazones para conformar el ideal de defensa de los derechos del trabajador; por una Patria para todos, con salud, educación, vivienda, justicia, trabajo genuino, cultura en libertad para todas y todos.

Defendamos la Libertad bien entendida, porque trabajando en las transformaciones necesarias, lograremos una Patria Libre, Justa y Soberana: hoy más que nunca.

Hugo Caruso