La mujer y los cambios sociales

Escribe Antonio Hugo Caruso, Secretario de Cultura, Educación y promoción de las Artes.

En el Día Internacional de la Mujer conmemoramos la lucha por los derechos laborales de un grupo de obreras estadounidenses. Este hecho ya lo he narrado en otras ocasiones sin embargo, nos es menester que, en un Día tan especial hagamos un alto para poder observar el recorrido de quienes durante mucho tiempo se consideró el sexo débil y fue discriminada: la mujer.

Hay un hecho inalienable y maravilloso que es la maternidad, pero ello no impidió que durante décadas se hayan producido hechos que generaron los cambios que hoy por ejemplo, nos permite tener a mujeres como primeras mandatarias en varios países del mundo – en particular el nuestro.

Luchadora desde las más pequeñas instancias, hasta enfrentar guerras y malos tratos hoy el género femenino es ejemplo de perseverancia y capacidad para forjar cambios socio culturales. Su esmero por pertenecer a sectores que hace décadas le eran privativos, ha hecho que hoy ya nadie se asombre por verla en todo tipo de trabajo.

Y, se podrá decir que una manera de diferenciar es hablar justamente de esto – por nuestra parte – pensamos que en su día debemos destacar las luchas laborales, en su trabajo en el hogar, en sus roles sindicales, en el ámbito de la educación y la cultura, en la medicina y la ingeniería, en los oficios y los diversos campos en que hoy tenemos el placer de contarlas entre nosotros.

Porque además hay un papel fundamental que, acompañando todos estos cambios, la mujer no ha relegado que es el rol preponderante que sigue ocupando en el hogar.

Ella como eje fundamental de la familia, ha generado que el hombre sea más partícipe de las cuestiones hogareñas y sea la familia un verdadero equipo en el que se toman las decisiones – en la gran mayoría de los casos – en familia y, se distribuyan las tareas de manera más equitativa. Porque la mujer al ingresar al mundo laboral, ha producido modificaciones culturales y sociales que hacen de la familia, una nueva contextura donde se produce un entramado social distinto que suma para los nuevos desafíos.

Esta es nuestra humilde forma de saludar a las mujeres en su día quienes en muchos casos nos dan el ejemplo de abnegación y sacrificio: saludamos a las madres y amas de casa, a quienes solidariamente dedican horas para el bien común, a las docentes, a las dirigentes, a las madres del dolor, a las funcionarias y obreras, a quienes se atreven a pesar de los desafíos y por sobre todo, a todas aquellas que, comprometidas con distintas militancias (sociales, políticas o institucionales, más allá del hogar, brindan horas solidarias de su vida); saludamos a quienes también están a cargo de la educación de sus hijos, a aquellas que en algunos casos padecen la soledad y siguen adelante con el hogar, a quienes enfrentan los desafíos de las nuevas tecnologías para continuar siendo eficientes. A las mujeres que, se levantan cada mañana y salen a la vida para tratar de ocupar un lugar, continuar siendo protagonistas de los cambios de esta época y, van sembrando cada día nuevas esperanzas.

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