La Escuela Nº 17 de Piñeyro cumple 100 años

Lo celebrará junto a toda la comunidad educativa.

Hoy no es un cumpleaños más para la comunidad educativa de la Escuela Nº 17 “Hipólito Yrigoyen” de Chile 159 en Piñeyro. Cuando en sus instalaciones se reúnan sus alumnos, docentes, directivos y aquellos que formaron parte de su “día a día”, la institución podrá festejar sus 100 años de vida con todos los que la forjaron y la hicieron crecer.

 

Para que no falte ningún detalle en esta fiesta del centenario, desde hace ya un año están trabajando en comisiones para ultimar cada uno de los aspectos fundamentales de la celebración.

 

“Esta es una escuela muy apreciada por toda la comunidad”, expresó su directora, Gabriela Sultana, porque  “es una escuela del barrio, a la que vinieron varias generaciones, nosotros tenemos chicos cuyos padres, tíos o abuelos han venido a esta institución”.

 

Esta Escuela está arraigada al corazón de los vecinos de la zona. Nació hace cien por interés del dueño de la fábrica de vidrios Papini, cuando la comunidad estaba conformada en su mayoría por inmigrantes, muchos de los cuales eran empleados suyos.

 

“Papini acondicionó una parte del galpón de la fábrica para que estos inmigrantes pudieran ir incluyéndose en la cultura, en el lenguaje, en la forma de vivir, y para que algunos aprendieran a leer y a escribir”, resumió Sultana.

 

Allí comenzaba otra historia, cuando los trabajadores preguntaron si podían sumar a sus hijos a esa enseñanza, hecho que impactó mucho en el dueño de la firma, quien reunió a un grupo de vecinos destacados para poder dar educación a los chicos, en la que llamaban “escuela de las chapas” porque funcionaba debajo de un tinglado.

 

“Esto empezaba a funcionar, con el boca a boca cada vez había más chicos y más familias interesadas en que sus hijos aprendieran. Después empieza a funcionar con docentes designados por el sistema educativo y una vecina donó un terreno para que funcionara allí”, agregó.

 

Por los años ’40, la cooperadora compró el terreno del Club Sporting y la escuela empezó a tomar forma. ”La construcción donde funciona actualmente la escuela se produce a fines de esa década, donde el Estado construye este edificio, por lo que durante la construcción que duró dos años más o menos dio clases en lo que hoy es la escuela 41 de la avenida Galicia”, detalló Sultana.

 

La historia de la Escuela es larga y fructífera. Muchos vecinos, ya históricos en la zona, recuerdan con cariño y nostalgia que sus padres o abuelos habían formado parte de la cooperadora en los primeros años o bien cuando eran alumnos de la por ese entonces Escuela 53, que era parte de una Avellaneda que todavía tenía a Lanús en su ejido.

 

Pese a que llegó a la escuela recién en 2008, Gabriela Sultana ya se siente parte de toda su historia y su proyecto. “Para mi es un orgullo absoluto, siento que me sumo a todas las diferentes intervenciones de las diferentes personas que fueron pasando por esta dirección y que fueron acompañando este proceso de mejora con todas las limitaciones que tenemos”, sostuvo Sultana.

 

“Realmente sentimos que seguimos construyendo, aportando el granito de arena para que esta escuela siga siendo para el barrio la escuela de los chicos del barrio -añadió- me siento muy acompañada por la comunidad, por el equipo de docentes, es una escuela que abraza”.

 

En ese sentido, cabe destacar que la escuela sigue haciendo obras para mejorar las condiciones de estudio. En este momento, toda la energía está depositada en los trabajos que se están haciendo para el jardín, con el objetivo de redistribuir los espacios para optimizar su funcionamiento.

 

“Nosotros no sólo compartimos el espacio con el jardín, sino también con la escuela de adultos 707 que también estamos con ellos organizándonos para ver en qué espacio seguimos funcionando hasta que termine la obra”, detalló Sultana.

 

Proyecto institucional

La Escuela 17 tiene un proyecto institucional que gira en función de las necesidades de los alumnos para mejorar esos aprendizajes. Desde ese lugar, se trabaja para que mejoren esas formas de expresión, mediante distintos formatos.

 

“Este año pudimos darle a la biblioteca un espacio más amplio porque la cantidad de material que tenemos crece y crece permanentemente. Estamos trabajando con la fundación Leer haciendo maratones de lectura en donde se involucra a los alumnos pero también a lectores expertos que vienen a trabajar con los chicos”, comentó la directora.

 

Con respecto al interés de los chicos por los libros, puntualizó que  “la biblioteca es un ámbito concurrido permanentemente con los docentes en los momentos de clase y en los recreos por el interés personal de los alumnos”.

 

Finalmente, en relación al vínculo con la comunidad, Gabriela Sultana dijo que “es excelente” y que “el diálogo es permanente porque los vecinos necesitan preguntarnos cosas, estamos hablando de la educación de sus hijos por lo tanto es un ámbito en donde hay mucha demanda, mucha inquietud, mucha pregunta y mucha duda”.

 

Además de responderles las inquietudes, la directora de la Escuela 17 agradeció a toda la comunidad educativa “por estar presente día a día” y “colaborando con todo lo que pueden”.

 

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