La Escuela Nº 35 «Esteban De Luca» de Debenedetti 1338, Dock Sud, cumple cien años y lo festejará este viernes y sábado con un acto oficial y un encuentro entre ex alumnos, respectivamente.

«Durante la primera jornada, que empieza a las 10 horas, vamos a hacer el acto protocolar, con números artísticos a cargo de los alumnos y una muestra histórica con un montón de elementos recordatorios, como boletines, fotos y documentos de la escuela», contó a La Ciudad la directora del establecimiento, Nora Timpanara.

Los festejos no son organizados solamente por la actual comunidad educativa. Desde mayo, el primer sábado de cada mes se estuvieron juntando ex alumnos y ex docentes para colaborar en el armado de la muestra histórica, la confección de sendas placas recordatorias y la organización de los festejos que se realizarán mañana sábado.

«En estas reuniones se juntaron hasta sesenta ex alumnos y algunos de 86,87 y 91 años de edad. Cada vez que vinieron charlaron, comieron y trajeron fotos antiguas», remarcó Timpanara.

La idea de armar un festejo paralelo al protocolar surgió porque muchos vecinos que pasaron por las aulas de la Escuela Nº 35 trabajan los viernes y no querían dejar de formar parte de este momento importante en la historia del lugar que los vio crecer.

Por ello, desde el mediodía del sábado, se acercarán a la escuela para compartir un almuerzo, reencontrarse con sus viejos amigos y, al menos por unas horas, volver a sentirse alumnos de la Escuela Nº 35
Con respecto a la actual comunidad educativa, Nora Timpanara explicó que durante todo este año estuvieron trabajando en el proyecto del centenario de la escuela y el bicentenario de la Patria.

«Se trabajó en grupo y cada uno de los años tuvo una función, por ejemplo los alumnos de sexto hicieron las invitaciones; los de quinto, el video; los de segundo, un recorrido de fotos antiguas; los auxiliares, los souvenirs; la bibliotecaria, una revista; y la prosecretaria se encargó de coordinar la reuniones – explicó la Directora – toda la escuela trabajó en pos de este festejo».

La Escuela Nº 35 nació como «rural» en 1909, cuando su primera maestra, Carmen Raffo de Vellón, enseñaba a los chicos de primero y segundo grado en una humilde edificación de madera en la calle Roma, hoy conocida como Mazzini, al 1100, que tenía una sola aula.

Con el tiempo, fue creciendo y progresando, hasta que en mayo de 1966 abrió sus puertas en su actual sede. Unos años antes, en 1963, el establecimiento había recibido el nombre de «Esteban De Luca», en homenaje al poeta y militar, nacido en Buenos Aires en 1786, quien tuvo una destacada actuación durante las invasiones inglesas, obteniendo el grado de subteniente de bandera del batallón Patricios.

El centenario y la «Feria de Ciencias»

Como si no alcanzara con los festejos ya programados por los cien años, la escuela tendrá el honor de despedir mañana a los alumnos de sexto «C» Marcelo Sosa y Micaela Olmedo, quienes junto a la maestra Alejandra Greño, partirán hacia Santiago del Estero para participar de la etapa nacional de Feria de Ciencias.
«El centenario nos encuentra trabajando y con la buena noticia de saber que los chicos pasaron a la etapa nacional de la Feria de Ciencias. Es un orgullo porque es la primera vez que una escuela de la Región II pasa a esa instancia», afirmó Timpanara.

Con el proyecto «Dock Sud me mata», los chicos de sexto año ganaron la etapa regional en su categoría y en la fase provincial de San Bernardo obtuvieron el segundo puesto en su categoría y el séptimo en la general, compitiendo contra 160 escuelas técnicas, de adultos y polimodal.

Si bien el trabajo fue realizado por todos los chicos del curso, el grado estuvo representado tanto por los mencionados alumnos, como por Matías Morales quien también defendió el proyecto en la etapa compartida con Lomas de Zamora y Lanús.

Para el proyecto, los chicos eligieron una problemática que los toca de cerca; la contaminación ambiental.

Consultada sobre las distintas etapas superadas en las «Ferias», la docente del curso remarcó que las entrevistas de los chicos con los evaluadores fueron muy extensas y sin la presencia de los maestros.

«Llamó la atención de los evaluadores cómo nenes tan chiquitos abordaron esta problemática de manera tan seria», concluyó Alejandra Greño.