El nombre se eligió luego de que una asamblea de la comunidad educativa impulsara reemplazar la actual denominación de Policía Federal Argentina.

Avellaneda fue secuestrado junto a su madre Iris Pereyra en su casa familiar de Florida en 1976 por una patrulla de fuerzas de seguridad que buscaba a su padre, un delegado sindical, y los llevaron a un centro clandestino de detención en Campo de Mayo.

Su cuerpo fue hallado meses más tarde en la costa uruguaya del Río de la Plata muerto por empalamiento, crimen por el que el año pasado fueron condenados a reclusión perpetua el general Santiago Omar Riveros, entonces subjefe de la guarnición, junto a otros tres generales.

“Cuando ya nadie se acuerde de los represores, y cuando nadie sepa ya el nombre del general Riveros, todavía en la Argentina se acordarán de vos, el Negrito Avellaneda, y habrá plazas y habrá escuelas con tu nombre”, dice el anuncio del acto realizado por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.