La ENSPA celebró su Centenario

La emblemática Escuela Normal Superior Próspero Alemandri (ENSPA) cumplió 100 años y los celebró con una Gala en el Teatro Roma y un multitudinario acto realizado en el salón de la Planta Baja de su sede, ubicada en la Avenida Belgrano 355 del centro de Avellaneda. Participaron del festejo numerosos directivos, docentes, alumnos y auxiliares de todas las épocas del establecimiento educativo, y el intendente, Jorge Ferraresi, entre muchas otras autoridades y personalidades invitadas.

El programa de festejos por el Centenario comenzó el pasado martes 11, con una Gala en el Teatro Roma, donde el municipio y diversas instituciones y grupos sociales de Avellaneda le rindieron homenaje a la ENSPA.

El profesor Roberto Casero, director de la Unidad Académica, en representación de la Escuela Normal, recibió placas recordatorias de manos de representantes del Instituto French; el Colegio San Patricio; el Club Argentino de Rugby de Avellaneda (CAR); el Círculo de Personal ENSPA; el Instituto de Formación Docente Nº 101 de la Provincia de Buenos Aires; el Rotary Club de Avellaneda; la Licenciada María del Pilar Cotrone, ex alumna
promoción 1961; el Automóvil Club Argentino; la Unión Industrial de Avellaneda; el Instituto Victoria Ocampo y otros miembros de la escuela.

De la Gala participó la Orquesta Municipal de Tango, a cargo del maestro Diego Larendegui.

Cien años de una extraordinaria labor educativa

El jueves último, una multitud participó del emotivo acto aniversario en las actuales instalaciones del reconocido establecimiento educativo de nuestra ciudad, que abrió sus puertas por primera vez como Escuela Normal el 13 de
junio de 1919.

En un clima de indescriptible algarabía, reencuentros, anécdotas y muchísimas emociones, los alumnos de las promociones 1969 y 1994 ingresaron al salón de actos, algunos de ellos con los mismos guardapolvos que conservaron del día de la graduación, repletos de coloridos mensajes.

Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, el director Roberto Casero, pronunció unas sentidas palabras alusivas a la fecha.
“Así como en la Odisea, la vida suele ser un círculo que muchas veces abre y cierra en el mismo lugar, no me equivoco en decir que para mí ese lugar es La Escuela Normal de Avellaneda. Nuestra escuela, mi escuela, cumple cien años y mirando este paisaje agridulce del tiempo que no cesa y la vida que repara, no quiero dejar de recordar y agradecer”, expresó emocionado.

“La Escuela es materia viva, la escuela crece, se modifica, se agranda, se mece al compás de lo nuevo y amasa sus estrategias con las experiencias de muchos y con el aporte de tantos, pero ella nunca dejará de ser esa bendita
dualidad que la caracteriza antes que nada: alumnos y docentes; docentes y alumnos que se retroalimentan en un juego incesante de enseñanzas y aprendizajes, que forman y sostienen su andamiaje más preciado: el saber”.

“Fui alumno de esta institución desde Jardín de Infantes, docente de educación física, vice rector de la escuela secundaria y director de la unidad académica, una vida. Aquí me formé, aprendí, pude dar y recibir, me encontré con gente muy inteligente, hice amigos del alma, aquí me enamoré de mi profesión. Una de las cosas que más me conmueve de todo esto es que la Escuela siempre representó un resorte fundamental para el paso hacia la universidad, para un estudio terciario, para que miles de jóvenes lograran un ascenso social, un mejor trabajo. Un bagaje de conocimientos que permitieron a mucha gente plasmar en concreto una vocación, que en muchos casos se gestó escuchando a un profesor o a una maestra”, señaló Casero.

“La Escuela es un universo rico, intenso, con la audacia de la juventud, la presencia contenedora de los adultos, la constante comunicación con el afuera, que nos permite estar atentos a la realidad, sin dejar de relacionarla con la currícula de cada materia, de cada contenido, para que siempre el aprendizaje sea significativo”.

“Sucede que las cosas que pasaron no han sido en vano, me señalaron. Sucede que tanto lo perdido como lo encontrado tejieron este amor a la escuela, que se multiplica y se extiende a mis hijos, a mis nietos y, estoy
seguro, a todos ustedes”.

“Toda la comunidad de Avellaneda ama a la Escuela Normal, una casa de excelencia educativa, abrigo de amistades profundas, de compañerismo, de pertenencia. Una Escuela pública inclusiva, donde las aulas siempre se llenaron de voces diversas, desde el hijo del obrero hasta la hija del doctor, se daban la mano en los recreos y creían en la educación como el único camino posible para un mundo mejor”.

“Como dijo Eladia Blázquez: “A pesar de todo, la vida que es dura, también es un milagro, también aventura… A pesar de todo irás adelante, la Fe en el camino será tu constante… A pesar de todo, tu vida ¡Que Hermosa!, siempre
y sobre todo, de todas las cosas”, concluyó Roberto Casero.

Por su parte, el jefe comunal y también ex alumno de la ENSPA Jorge Ferraresi, felicitó a toda la comunidad educativa por el Centenario y además entregó la primera parte de un subsidio destinado a hacer importantes
mejoras en el edificio, que en total ascenderá a la suma de 12,7 millones de pesos. Por su parte, Casero le obsequió al intendente el Libro del Centenario de la ENSPA, en reconocimiento a su aporte a la escuela pública.

Durante el acto, hubo también distintos espectáculos y sorpresas. La soprano Silvina Martino, acompañada en piano por el Maestro Gerardo Gardelín, interpretó los clásicos “Se Equivocó La Paloma” y “O Mío Bambino Caro”. También fue proyectado un video institucional de los 100 años de la escuela, creado por el señor Horacio Gerardi. Miestras que el Coro del Centenario conformado por ex alumnos, a cargo de la profesora Laura Sommerfleck, interpretó el Himno de la ENSPA, “La zamba viene clareando” y “Los pájaros perdidos”.

Asimismo, el señor Rafael Ferrer, en representación de la promoción 1969, y la señora Ingrid Lukoj, en representación de los egresados de 1994, recordaron con gran emoción el paso por la escuela y entregaron placas
recordatorias a la institución.

Los directivos de todos los niveles del establecimiento en las distintas épocas también recibieron un presente. Entre ellas, la ex directora del nivel primario Marta Otero, quien leyó un sentido mensaje de su hermana Elena,
lamentablemente ausente por cuestiones personales.

El acto concluyó con la infaltable torta y todos los presentes cantaron juntos el feliz cumpleaños a la Escuela Normal Superior Próspero Alemandri de Avellaneda.

Un ícono de la educación pública
La Unidad Académica ENSPA cuenta en la actualidad con una matrícula de alrededor de 4.000 alumnos. Está conformada por el Jardín de Infantes N° 932 al que asisten 200 alumnos, con 4 salas por turno; la Escuela Primaria
N°68 que tiene 900 alumnos y 12 grados por turno; la Escuela Secundaria N° 18, con alrededor de 1.700 alumnos, 27 cursos por turno y tiene bachilleres con orientación en Ciencias Sociales, Comunicación, Lenguas Extranjeras y
Ciencias Naturales. Además, allí funciona el Instituto Superior de Formación Docente N° 100, que cuenta con los profesorados de Nivel Inicial, Nivel Primario, Matemática, Biología, Física, Química, Economía e Inglés y tiene
una matrícula de 1.200 alumnos.

Entre muchas otras personalidades públicas, por las aulas de la Escuela Normal de Avellaneda pasaron, además del actual intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi; los músicos Mariano Otero, Andrés Linetzky y Gerardo Gardelín; los actores Graciela Dufau y Mariano Martínez; los periodistas Guillermo Blanc, Liliana López Foresi, Mariana Cortese; Néstor Espósito y Luis Otero; la escritora Alejandra Pizarnik y los políticos Graciela Fernández Meijide y Alfredo Bravo, entre otros.

 

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