De manera que en un mercado muy pendiente de todo lo que ocurre fronteras afuera, el temor a que la zona del euro no logre resolver sus problemas de deuda y el peligro de una recesión global pudo más que la virtual pausa que habitualmente genera la falta de referencia de Wall Street.

Las acciones europeas quedaron en su nivel más bajo en dos semanas -el índice FTSEurofirst se hundió 3,89%-, en medio de las persistentes preocupaciones sobre el crecimiento de la economía y la crisis financiera de la región.

No obstante, la canciller alemana Angela Merkel, dijo en relación a la situación el Viejo Continente que no creía que ningún país vaya a abandonar la zona euro e incluso sostuvo que cualquier salida podría causar un peligroso “efecto dominó”.

Los inversores buscaron refugio en aquellos activos considerados más seguros, entre ellos el oro, que volvió a brillar coqueteando muy cerca de los 1.900 dólares la onza troy, a un paso de quebrar una barrera impensada meses atrás.

La tendencia negativa también dejó sus secuelas en el sector de los bonos de la Bolsa porteña. Los títulos públicos tuvieron caídas generalizadas y en el caso del Discount en pesos el rojo alcanzó al 3,35 por ciento. A su vez, la extrema prudencia dejó a los cupones PIB con un margen negativo del 1,01 por ciento en pesos y del 0,65 en la variable en dólares.

En el panel Merval, donde las pérdidas fueron encabezadas por las siguientes empresas: Tenaris (-4,25%), Pampa Energía (-4,14%), Banco Francés (-4,00%), Grupo Financiero Galicia (-3,77%), Petrobras Brasil (-3,68%), Molinos Río (-3,66%), Siderar (-3,17%), y Banco Hipotecario (-3,06%).

Otro índice elocuente del embate de las ventas fue el resultado de las 49 empresas que tuvieron presencia en los tableros de la Bolsa: 45 bajas frente a 3 alzas y 1 papel sin cambio.

Según los analistas, la incertidumbre internacional también gravitó en alguna medida en la plaza cambiaria local contribuyendo a alimentar posiciones más conservadoras con el consiguiente impacto en el tipo de cambio.

Más concretamente, las compras privadas exigieron nuevas intervenciones del Banco Central en un día que coincidió con un feriado en los Estados Unidos, algo que siempre se traduce en una reducción de los negocios.

En las casas de cambio de la “city” porteña el dólar al público cerró a 4,21 pesos para la compra y un promedio de 4,25 para la venta y en el sector donde operan bancos y empresas la divisa se acomodó seis milésimas arriba en 4,208 pesos.

Las operaciones entre entidades bancarias y cambiarias sumaron 220 millones de dólares, de los cuales 186 millones se canalizaron por el Siopel y los restantes 34 millones vía Mercado Electrónico de Cambios.

Según los operadores, a lo largo de la jornada el Banco Central habría colocado dos ofertas de venta por 180 millones de dólares, de los cuales el mercado habría absorbido cerca de 101 millones de pesos.