La baja autoestima como correlato de la dependencia emocional

Escribe la Lic. Andrea Fabiana Varela Seivane.

Cuando existe la necesidad radicalmente extrema de asegurar una relación con otra persona, la cuestión que subyace es el temor a ser abandonado, y esta característica pone en evidencia una forma muy particular de establecer vínculos emocionales afectivos con los otros, y generalmente ocurre en el ámbito de las relaciones de pareja.

La dependencia emocional se basa principalmente en un modelo de necesidades emocionales que quedaron insatisfechas en la niñez, y que posteriormente en la vida adulta reaparecen, buscando ser satisfechas de algún modo a través de las relaciones interpersonales afectivas, extremadamente estrechas, y que las personas establecen con los demás.

Lo característico en este tipo de relaciones donde la dependencia emocional al otro es muy notable, es el apego excesivo, la idolatría y la completa sumisión hacia el otro miembro de la pareja, y sobre todo la necesidad permanente de confirmar que el otro lo quiere y le importa.

Los síntomas de la dependencia emocional son variados, por ejemplo, cuando la persona siente que siempre está satisfaciendo los deseos y las necesidades de los demás sin haber satisfacido sus propios deseos y necesidades, cuando se tiene la firme creencia de que trabajan demasiado y los demás no valoran el propio sacrificio, cuando sienten que dan todo de sí mismos en situaciones donde los otros padecen malestares, perturbaciones y no sienten a cambio esa reciprocidad cuando esas cosas les pasan a ellos.

Las personas con este tipo de características en su personalidad, la dependencia emocional hacia otros, padecen de una autoestima muy baja, lo que produce que fácilmente lleguen a olvidar sus propios aspectos positivos y a resaltar todo el tiempo sus aspectos negativos bajo la forma de autorreproches, sintiendo que todo lo que hacen está mal, o que son culpables de todas las situaciones donde aparecen confrontaciones con los demás, y tan es así que este desequilibrio interior es el que lleva a que sobrevaloren cada vez más a su pareja y de este modo es como la idealizan, y con el tiempo se convierte en un círculo vicioso, donde estos sentimientos son relanzados una y otra vez.

Es muy común que estas personas elijan parejas con características de personalidad egoísta, con rasgos muy marcados en el maltrato hacia los demás, por ejemplo ser despectivos muy fácilmente con los otros, con lo cual queda cada vez mas soldado el sentimiento de desvalorización.

Se podría pensar que estas personas muy manipuladoras sólo se aman a sí mismas, y que su pareja que carece de autoestima, ama demasiado, pero no es tan así, ya que el que padece de dependencia emocional, tampoco ama, puesto que sólo le interesa asegurarse de que no va a ser abandonado, y en consecuencia tampoco establece un intercambio válido de afecto.

En el entretejido de la vida afectiva de las personas con baja autoestima, se observa frecuentemente que asumen lugares en la vida que los confirman una y otra vez en esa posición, y así es como van construyendo relaciones donde el otro siempre es el valorado.

La dependencia emocional muchas veces es pasada por alto, diversas situaciones de la vida cotidiana ponen de manifiesto los síntomas de la dependencia emocional, cuando los demás están contentos entonces recién ahí la persona se siente feliz, cuando en la familia, ó con los amigos, ó en el ámbito laboral la persona es aprobada recién ahí siente que vale para los otros, cuando la persona siente miedo por lo que pueda decir o hacer y esto llegue a ofender a los demás entonces evita posibles confrontaciones para no sentirse rechazada, cuando siempre está en primer lugar de prioridades las necesidades y deseos de los demás y siempre dice sí cuando quería decir no, cuando se entrega a las manos de los demás obteniendo felicidad pero sacrificando lo que realmente quiere por temor a ser rechazada.

Todas estas conductas, muestran una gran inestabilidad en las personas con poca estima, y al contrario de construir autoestima y confianza en sí mismas, sólo logran buscar la opinión ajena para poder obtener reconocimiento. Las causas de la dependencia emocional son muchas y variadas, pero como patrón general, acontece bajo ciertas circunstancias en el núcleo familiar primario, donde generalmente los vínculos familiares básicos afectivos han sido distantes y ambivalentes, y si bien estas personas durante su desarrollo y crecimiento no han sido abandonadas, tampoco han sido reconocidas y afirmadas en sus logros, y este ejercicio en el ámbito de familia primarias es fundamental, ya que es el que va perfilando la estima de las personas.

Licenciada en Psicología
Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
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