La AFIP detectó numerosas irregularidades en textiles bonaerenses

Más de 200 inspectores relevaron cerca de 400 trabajadores, pertenecientes a más de 30 talleres, de los cuales el 39% presentaba irregularidades. De estos, el 76% no se encontraba declarado. En uno de los talleres, la informalidad laboral alcanzó el 80%.

Los establecimientos están ubicados en Villa Madero, Villa Insuperable, Ciudadela, Lomas de Zamora, Florencio Varela, Glew, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Caseros, La Tablada , Bella Vista, Boulogne, Victoria , Lomas del Mirador, San Martín, San Pedro, Garín, Moreno y Junín.

En la mayoría de los predios se confeccionaban prendas de reconocidas marcas, como Cheeky, Como quieres que te quiera, Voss, entre otras, informó la AFIP.

Agrega el organismo que “una de las trabajadoras denunció que al quedar embarazada fue desafectada en el período de lactancia y vuelta a contratar cuando su hijo cumplió los seis meses”.

En la mayoría de los casos, se relevaron situaciones similares: gran cantidad de empleados sin registrar (la mayoría extranjeros); establecimientos con precarias instalaciones; extensas jornadas laborales y remuneraciones por debajo del salario mínimo vital y móvil.

Aclara la AFIP que “los trabajadores que no están declarados significa que prestan sus servicios sin efectuar aportes al Sistema Integral Previsional Argentino, ni posee obra social.
Beneficios laborales, sólo para argentinos”.

Buenos y extraños

En uno de los talleres textiles ubicado en la Villa Madero, el personal de la AFIP pudo constatar un caso de extrema discriminación. En ese establecimiento, las 8 argentinas que trabajan estaban declaradas, mientras que los 35 restantes (la mayoría paraguayos y bolivianos) realizaban su actividad sin estar registrados.

Incluso, el reparto de tareas también se realizaba dependiendo de la nacionalidad: las argentinas se dedicaban a las tareas de “terminación” de las prendas y los extranjeros se ocupan de tareas de tizado, corte, costura, ensamble, etiquetado y empaque.

Según manifestaron los propios trabajadores a los inspectores de la AFIP, el taller funcionaba de lunes a viernes de 7 a 17. Sólo hacían horas extras en los días previos a fechas de mayores ventas, como el Día del Niño o Navidad. Los sueldos oscilaban entre $1.600 y $2.000. Cobraban sus haberes en mano y se les descontaban las ausencias.

Consultados, la mayoría de los trabajadores del taller textil expresaron que desconocían la importancia de estar registrados por su empleador. Asimismo, pocos valoraban el hecho de contar con una obra social o realizar aportes para alcanzar una jubilación digna. Así fue como gran parte de ellos optó por callar y no denunciar las precarias condiciones laborales de las que estaban siendo víctimas.

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