Kamikaze

Escribe Claudio Penso, especialista en impulsar procesos de cambio y crecimiento.

Hajime Fuji fue un soldado del ejército japonés que combatió contra China en la segunda guerra. Como instructor de aviación les transmitió a sus alumnos los valores que profesaba todo combatiente. Convencido de ellos se presentó como voluntario para protagonizar una misión kamikaze. Su petición fue denegada porque tenía una familia y dos niñas pequeñas. Su esposa Fukuko inicialmente se sintió aterrada, sin embargo al ver la profunda convicción y el amor con que su esposo creía honrar a su familia y a su país, sacrificando su propia vida, tomó una decisión. Se arrojó a las aguas heladas del río Arakawa con sus hijas de 1 y 3 años. Al día siguiente, los cuerpos fueron encontrados flotando con sus mejores kimonos. Ella le había dejado una carta: «Ya que tu probablemente estarías preocupado por nosotras y no serías totalmente libre para llevar a cabo tus obligaciones por estar nosotras aquí, nos adelantamos a ti y te esperaremos. Por favor, combate sin reservas».

 
El 28 de mayo de 1944 por fin cumplió su misión de estrellarse contra el destructor Drexler, sin ser derribado. Pudo convertirse en viento divino, el significado en japonés de la palabra kamikaze.
Es muy difícil comprender el corazón de alguien que elige morir con una sonrisa.
¿Cuál es el límite para el amor, la responsabilidad y el honor?

claudio@claudiopenso.com

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