Eva Duarte de Perón: Donde hay una necesidad nace un derecho

Por Hugo Caruso.

Dice, desde el Cielo “Volveré y seré millones”

Aunque la muerte me tiene presa entre sus cerrazones

Yo volveré de la muerte, volveré y seré millones.

José María Castiñeira de Dios

 

Este 2022 nuevamente recordamos el 26 de julio como el paso a la inmortalidad de quien fuera la abanderada de los humildes. Su obra fue realizada durante los gobiernos del General Juan Perón a través de los Planes Quinquenales y la Fundación Eva Perón. Hoy su ejemplo debe guiarnos.

Continuamos atravesando la pandemia covid19 – más leve por las vacunas – sin embargo, este flagelo sanitario y una guerra inesperada, cambió el paradigma mundial. Millones de personas están en situación de pobreza en todos los continentes.

Nuestro país atraviesa circunstancias en la que se necesita del consenso para paliar situaciones urgentes para emerger juntos a la Patria que soñamos: con producción, trabajo, salud, educación y el derecho a una vida digna, que todo ser humano merece. Por todo esto, creemos que el pensamiento de Evita, nuestra luchadora está más vigente que nunca. Porque dedicó muchas horas en su breve vida – desde muy jovencita cuando fue una de las fundadoras del sindicato de radio y luego, trabajó por la justicia social al conocer a Perón; hasta los 33 años cuando pasó a la inmortalidad. Aplicó una labor solidaria con una mirada humana y de amor hacia los más despojados: a los niños, las mujeres, los abuelos y abuelas y más necesitados.

Hoy se impone dejar de lado las mezquindades y tener una mirada solidaria, recordar a quienes, como Evita, han tenido el objetivo esperanzador de la redistribución de la riqueza de manera tal que se afiancen los lazos humanos y la igualdad sea el ejemplo. Volver a contemplar los derechos del trabajador y extender la ayuda social a los sectores postergados. Hoy Eva Duarte de Perón es un referente de todo acto que podamos generar para minimizar las desigualdades.

Nuestro pueblo ha vivido más de un siglo, de gobiernos oligarcas cuya principal tarea no fue atender al pueblo sino más bien a los intereses de una minoría privilegiada, tal vez refinada y culta, pero sórdidamente egoísta. (Evita: “La razón de mi vida”).

Por esto, por mucho más y por siempre Evita permanece en el corazón de gran parte del pueblo
trabajador.

 

 

Hugo Caruso

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