Los fraudes de la banca durante la crisis, la deuda y el rescate del banco Bankia por parte del gobierno de Mariano Rajoy centraron gran parte de las actividades desarrolladas por los indignados en las distinta plazas y calles de España por su primer aniversario, que vino marcado por el deterioro de la situación económica.

Los miembros dela Plataformade Afectados porla Hipoteca(PAH) y simpatizantes del 15-M se concentraron hoy en la sede central de Bankia, cerca de la madrileña Puerta del Sol, para exigir la dación de pago -entrega de la vivienda para saldar deuda hipotecaria- y la condenación de la deuda a los desahuciados.

“¡Salvan al banquero, desahucian al obrero!”, coreaban un grupo de manifestantes, que mostraron su rechazo a la decisión del conservador Rajoy de tomar el control de Bankia a través de la conversión de un préstamo en acciones, para luego privatizarla.

De forma simbólica, los indignados destruyeron tarjetas bancarias e instaron al resto de ciudadanos a cerrar sus cuentas en Bankia.

El tercer día de movilización del 15-M arrancó como la jornada anterior, con el desalojo durante la madrugada de un centenar de jóvenes que celebraban una asamblea en la madrileña Puerta del Sol.

El operativo policial se saldó con dos detenidos que se suman a los 18 arrestados la madrugada anterior, de los cuales nueve fueron liberados pero con cargos por desobediencia y resistencia a la autoridad, por lo que no podrán acercarse a las protestas, según informó la prensa española.

Los indignados calificaron la intervención policial como brutal, pero aseguraron que seguirán manifestándose.

Pero más allá de que en Madrid las autoridades intentan coartar la movilización, con límites de horario para las manifestaciones, el aniversario del 15-M transcurre por otros cauces, enfocado en charlas y debates y en la sensibilización, y en la actualidad de la crisis.

Tras la manifestación multitudinaria del sábado, coordinada a nivel global, que tuvo a la madrileña Puerta del Sol y Plaza Cataluña de Barcelona como símbolos, el 15-M perdió fuerza ayer, cuando la actividad se centro en asambleas y en la exposición de iniciativas de cara al resto de la sociedad.

En Barcelona, por ejemplo,la PAHestá recolectando firmas para convertir en una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) la dación en pago.

Por su parte, los afectados por el “corralito español”, una estafa que denuncian más de 20.000 personas que no pueden disponer de sus ahorros que los bancos convirtieron en activos tóxicos casi imposibles de recuperar, también reparten folletos y explican a los ciudadanos que se aseguren que pueden disponer de sus ahorros.

Este “fraude” fue cometido por prácticamente la totalidad de los bancos y cajas de ahorro del país, ronda los 30.000 millones de euros y podría llegar a afectar hasta a 1 millón de personas, según denuncia ADICAE (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros).

“Los partidos de izquierda dicen que intentarán llevar a los banqueros al Parlamento, pero no podemos confiar en nadie”, explicó en Barcelona José Guijarro, un hombre de 70 años cuyos ahorros de 25 años han sido confiscados, en declaraciones a Télam.

Guijarro aseguró que necesita el dinero “para ayudar a mis tres hijas, que tienen trabajo pero lo están pasando muy mal” y que aún está lejos de recuperar sus ahorros a pesar de que su dinero está en Bankia, la entidad intervenida por Rajoy.

Entre las iniciativas del 15-M se encuentra, asimismo,la Plataforma AuditoríaCiudadana, que está trabajando para explicar a los ciudadanos el origen de la deuda de España y la actual política económica.

“La auditoría es una herramienta con la que tratamos de tener elementos para contrarrestar el discurso dominante que hay en la sociedad, que nos dice que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que tenemos una deuda pública desorbitada, para justificar los recortes en los servicios sociales”, afirma Rubén Sáez.

Este joven, que es químico de formación y que participa de la plataforma, intenta promover que más ciudadanos conozcan cuál es “la verdadera situación de España” precisamente el día en que los “mercados” hicieron escalar el riesgo país hasta los 477 puntos, récord histórico desde la entrada el euro.

“Es verdad que España tiene una deuda muy grande, pero solo el 16% de esa deuda es pública, la mayor parte de la deuda es privada, de los bancos y grandes empresas, 31 y 29%, respectivamente”, dice.

“Lo que está ocurriendo es que hay mucha presión de bancos extranjeros y españoles, especialmente del BCE y bancos alemanes y franceses para que las cuentas públicas estén saneadas y para que en caso de que los bancos y empresas quiebren, los Estados, los ciudadanos nos podamos hacer cargo de esa deuda”, añade.

Sáez remarca que “la auditoría sirve para denunciar esta transferencia de recursos al capital privado, es decir, los mecanismos ilegítimos de adquisición de deuda. En definitiva, cómo la banca se beneficia y la población se va empobreciendo paulatinamente”.

“Esto es algo que se ha hecho durante muchos años con los países del Sur y ahora se está haciendo en el Norte”, subrayó.

“El objetivo es denunciar la deuda ilegítima y también la adquisición de deuda, y más a corto plazo se trata de un proceso de empoderamiento ciudadano”, agregó.

De hecho, de eso se trata el 15-M, de iniciativas que buscan avanzar hacia un cambio de paradigma por medio de la toma de conciencia colectiva, que es como se da poder a la sociedad.

Hace un años los indignados irrumpieron en la escena política como una expresión de hartazgo, pero ahora, un grupo menos numeroso pero más comprometido asume el papel protagónico, y ese papel, por medio de la presión social, es lo que posibilitará el cambio, según coinciden muchos miembros del 15-M.

La última jornada de protesta será mañana, exactamente a un año del nacimiento del movimiento. Muchas de las acciones estarán de nuevo focalizadas en los bancos.