El viejo tranvía de los proletarios

Escribe Antonio J. González.

En el comienzo del siglo veinte nuestra ciudad vio circular líneas de tranvías desde Buenos Aires a Las Conchitas, en el Partido de Quilmes. La ley promulgada por el PE Nacional  en l896 concedió a la. empresa Quesada Hnos. los derechos para construir y explotar una línea de tranvías hacia el sur. Debía construir un puente sobre el Riachuelo, cerca del puente de Barracas. Recién en 1902, por un decreto, la autorizó a cruzar por las calles y caminos con sus rieles y también a construir un viaducto sobre el arroyo Sarandí.

 

Los trabajos comenzaron en enero de aquel año, y fueron arduos, dado que hubo necesidad de terraplenar y rellenar todo el curso de la vía en su traza por el Camino Real a Quilmes (hoy Avenida Mitre), debido a los enormes bañados que lo anegaban casi todo el año.

 

La 1ínea se construyó totalmente y fue utilizada para pasajeros y cargas, desplazándose por sus rieles las pesadas zorras cerveceras hacia Quilmes.

 

Según nos informa Federico Fernández Larrain en su crónica en este diario, tenía en su primera sección, Puente Barracas-Quilmes, un recorrido de 15,2 kms., y estaciones situadas en los kilómetros: en el 0,700 Crucesita, en el 3,400 General Mitre (Sarandi), en el 5,000, Puente Chico, donde los rieles rodeaban .la laguna del arroyo Santo Domingo, estación que luego se llamó “Quinta Dominico”,  Wilde (en realidad Villa. Jurado) en el 9,800, Hornero a Los Hornos en el 11,500, Bernal en el l4,000, estación Quilmes del Ferrocarril y en el 115,200 plaza de Quilmes. La cervecería tenía ya ramales propios hacia su fábrica.

 

La empresa inició sus servicios en 1906 hasta 1914 en que fue vendida a. la Cía. Anglo Argentino, la que dio a la línea el número 22, que subsistió hasta que por disposición del Poder Ejecutivo Nacional se declararon caducas. La línea cubría el trayecto de Plaza de Mayo a Quilmes, mientras que la línea 17 desde Recoleta a Sarandí. Una tercera línea, la 74, cubría desde la Aduana hasta Avellaneda.

 

Según Larrain , el tranvía “… fue uno de los más positivos vehículos del progreso de Avellaneda. Llevó a cientos de miles de jornaleros a sus lejanos hogares en los barrios y villas que se fueron formando” y lo denomina como “tranvía del proletario”.

 

“Desde su inicio el tranvía fue el medio popular y barato de trasladarse, lo que no dejaron de promocionar los rematadores que mal o bien amanzanaron el Partido y lo hicieron ciudad”.

 

Por otro lado, en 1910, Federico Gattemeyer, propietario de tierras en Villa Domínico, instaló una línea de tranvía de tracción a sangre en la zona que arrancaba desde la estación Dominico del F.C. Sud y llegaba por distintas calles hasta el cementerio municipal. Se inauguró en 1911 con una. extensión de dos kilómetros, y el equipo estaba integrado por un coche común y cuatro caballos. El servicio se declaró caduco poco tiempo después.

 

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