El túnel subfluvial Riachuelo (2º parte)

Escribe Edgardo Cascante.

Este túnel, sobre el que ya hemos anticipado algunos antecedentes históricos, está próximo a cumplir cincuenta años de existencia.

No es un túnel socavado en la roca como otros que atraviesan montañas o el del canal de La Mancha.

Se trata de un ducto de hormigón armado montado sobre una canalización dragada transversalmente en el lecho fangoso del Riachuelo. Su nivel externo inferior está 19 metros debajo de la cota «cero» del Semáforo Riachuelo, mientras que la arista superior del perfil externo está 15 m. debajo de dicho nivel de referencia.

Su construcción se basó en el montaje -con una grúa flotante de alto porte y un equipo de buzos altamente especializados- de una hilera de 11 tubos de hormigón pre-fabricados, con un diámetro externo de 3,90 m; los mismos tienen longitudes de 22m. algunos y 19m. otros.

La distancia entre las bocas de acceso (norte y sur) es de 234 metros, y desde ambas se estableció un sistema de aire acondicionado para la correcta aireación y presurización del túnel.

Las obras las ejecutó una constructora alemana que también realizó las obras civiles de la Central Costanera, pues la finalidad del túnel estaba en directa relación con la vinculación entre las redes de esa nueva usina y la de Dock Sud (por su interior pasaban tres cables de 132 KV, y otros servicios). Fue una obra contratada por el Estado Nacional a través de la empresa SEGBA.

Este túnel es peatonal y no es apto para ningún tipo de vehículo. No ha sido éste el primero en órden cronológico, hubo otro al cual nos vamos a referir en una próxima nota.

edgardocascante@yahoo.com

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