Rodeado por el fuego puede adoptar una conducta extrema: suicidio.

 
La leyenda afirma que los escorpiones cuando se ven amenazados por las llamas o la falta de oxígeno pueden clavarse a sí mismos el aguijón envenenado para evitarse así un sufrimiento mayor.

 
Sin embargo, detrás de esta conducta autodestructiva, hay una explicación. El escorpión es un animal de temperatura variable. Significa que no puede regularla y depende del entorno. Es por esto que si se encuentra rodeado de fuego, su cuerpo se calienta y se deshidrata rápidamente, lo que le provoca espasmos frenéticos y contracciones. A simple vista, produce la ilusión óptica de picarse a sí mismo. Además, el aguijón no puede atravesarle la piel y aunque pudiera, es inmune a su propio veneno.
Algunas personas parecen auto inmolarse. Cercadas y presionadas por el contexto y las circunstancias adversas, adoptan actitudes de daño sobre sí mismas. Sin embargo, al hurgar un poco en su estructura emocional, puede observarse que como el escorpión, no pueden defenderse del entorno. El aumento de la temperatura los hace colapsar. Parecen fuertes e invulnerables, incluso amenazantes, pero hay debilidad en esta apariencia, es sólo una ilusión óptica.
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