El Diluvio

Escribe Claudio Penso, especialista en impulsar procesos de cambio y crecimiento.

Johannes Stöffler fue matemático y astrónomo, luego de profundas investigaciones predijo que el 20 de febrero de 1524 habría un gran diluvio que acabaría con el mundo. Basaba esta suposición en que justo en esa fecha se alinearían 20 planetas y 16 eran de piscis. Muchos precavidos comenzaron a acopiar víveres y los que pudieron se pusieron a construir barcos. Uno de ellos, el conde alemán Von Iggelheim encargó uno inmenso, inspirado en el Arca de Noé. Cuando fue concluido, se ancló en el Rin a la espera del apocalipsis. Finalmente llegó el día, cuando cayeron las primeras gotas muchos entraron en pánico, una multitud corrió a asaltar el arca y el célebre conde murió aplastado por la aglomeración.
Lo curioso fue que la lluvia fue como otras tantas, duró unas horas y finalmente cesó. Además, le siguió una sequía que duró un año.
Casi todos los pronósticos están basados en información estadística, creencias y algunas pizcas de intuición. Algunos se cumplen pero la inmensa mayoría, sobre todo los catastróficos, no. Y dejan secuelas, porque los temores hacen más daño que el acontecimiento. Como afirmó un sabio griego: Me pasé la mitad de mi vida preocupándome por cosas que nunca sucedieron.

 

claudio@claudiopenso.com

 

 

noticias relacionadas