El Colegio Pío XII festejó sus Bodas de Oro junto a su comunidad educativa
Participaron directivos, docentes y alumnos de distintas épocas del tradicional establecimiento educativo de nuestra ciudad. También estuvo presente el intendente Ferraresi. Entregaron una plaqueta de reconocimiento a Monseñor Luis Giani.
En horas de la mañana y bajo un cálido sol que iluminaba el acto, la comunidad educativa del Colegio Pío XII celebró sus Bodas de Oro, evocando los cincuenta años de historia de la institución, a partir del relato de las directoras de los distintos niveles, quienes además fueron las encargadas de descubrir la placa recordatoria.
En ese sentido, cabe destacar que Monseñor Luis Giani, responsable de la bendición de dicha placa, le cedió ese honor al Padre Julio Girbal, ex alumno del Pío XII, hoy sacerdote.
«Este fue el lugar que me enseñó a amar más a Dios y a mis hermanos, hoy es un día de mucha alegría y emoción, y más para mí por esta gracia que me permite Dios por medio de Monseñor Giani», aseguró el padre Girbal.
Luego de la bendición y el Himno Nacional, la Directora del nivel primario, licenciada Ana María Rodríguez, comenzó a narrar los primeros pasos dados por la escuela ideada por Monseñor Tumini, relato que tuvo su continuidad hasta nuestros días a través de las palabras de las directoras de los niveles Superior, María Sandra Martínez Filomeno; Inicial, Lilian Zappala; y Secundario, licenciada Liliana Córdoba.
«La institución y su sacerdote fundador son reconocidos por su obra y por los resultados de ella, los egresados de nuestra institución serán el más claro testimonio, generando la imagen y el prestigio que acompañan hasta nuestros días», aseguró Lilian Zappala.
Asimismo, Liliana Córdoba resaltó la labor de Monseñor Tumini, recordando «su delgada figura, enfundada en su larga sotana negra, de caracter firme pero generoso, de palabras serenas pero contundentes, de mirada paternal, que acompañaba el trabajo de quienes transitábamos su criatura más querida, nuestro colegio».
«Quienes lo conocimos, primero como alumnos y luego como educadores, los que recibimos su legado, los que de una u otra manera pretendemos seguir acariciando y preservando una de sus criaturas más queridas, sabemos que él siempre está», remarcó Córdoba.
Luego de las palabras de las cuatro directoras de los distintos niveles, Miguel Penerbosa, ex alumno y actual docente, pintó con palabras un cuadro de época, donde él mismo se reconocía en sus comienzos: «Un trocito de mañana de un lunes cualquiera, blazer azul, pantalón gris y camisa blanca, planchada con algún apresto de ese tiempo por madre solícita, y una vieja habitación de la calle Alsina haciendo las veces de primer aula».
«El Colegio es una suerte de Pueblo Blanco de Serrat. Ha visto pasar a todos los que por él transitaron y les ha dejado, para que cada cual haga lo que mejor pueda, el legado de un pequeño pedazo de eternidad», culminó Penerbosa, en alusión a quienes forjaron la institución o que simplemente fueron protagonistas durante años de estudio y educación.
Finalmente, las autoridades del establecimiento le entregaron un presente testimonial a Monseñor Luis Giani, por su trabajo incansable a favor de la institución. Además, el sacerdote le obsequió otra plaqueta al intendente Jorge Ferraresi, quien a su vez le regaló otra al Colegio Pío XII en homenaje a su Cincuentenario.
«Los que fundaron la escuela seguramente se fijaron valores que con el tiempo se han perdido, como se han perdido también los roles», expresó el ingeniero Jorge Ferraresi. «El de la educación es un rol básico y fundamental, y la sociedad debe devolverle el valor que tiene que tener».