El capitán del Costa Concordia fue beneficiado con arresto domiciliario

Francesco Schettino declaró ante la Justicia italiana; negó las acusaciones respecto del abandono del barco y afirmó que gracias a su maniobra se salvaron miles de vidas.

El abogado negó que su defendido haya abandonado el barco tras el naufragio ocurrido el viernes frente a la isla italiana del Giglio.

“Declaró a los jueces que no abandonó la nave y que salvó miles de vidas”, contó su defensor, el abogado Bruno Leporatti.

El capitán, que fue beneficiado con el arresto domiciliario por orden de la fiscalía de Grosseto, que lo investiga por supuesto homicidio culposo múltiple, naufragio y abandono de la nave, se defendió ante los jueces.

“Defiende la decisión de haber cambiado la dirección del crucero después del choque contra el escollo, lo que permitió salvar a cientos o miles de vidas”, aseguró el abogado.

El fiscal, Francesco Verusio, acusa al oficial de haber cometido “errores” en la trayectoria de la ruta y durante la evacuación de emergencia, y pidió a los jueces de Grosseto que ratifiquen su detención.

Según las tensas grabaciones entre Schettino y un oficial de la capitanía, divulgadas por la prensa, el comandante fingió seguir en el crucero cuando ya había abandonado la nave.

Cuando el oficial de la capitanía le pregunta si podía informarle cuántos pasajeros quedaban a bordo, el capitán responde que ya habían sido evacuadas 4.000 personas, cuando en realidad sólo unas 40 habían podido dejar el barco en las lanchas de socorro.

La dramática evacuación de los pasajeros duró toda la noche, hasta las 6 de la madrugada, y según numerosos testimonios de sobrevivientes estuvo marcada por la inexperiencia de la tripulación.

El abogado Leporatti sostiene que su cliente conservó la “lucidez” para realizar lo que llamó una “maniobra brillante” desde el punto de vista naútico, para acercar el “Costa Concordia” al litoral y “salvar numerosas vidas”.

Según los investigadores, la sala de máquinas se inundó en menos de diez minutos tras el primer choque con el escollo y ya no fue posible controlar el barco, de 300 metros de eslora por 31 de manga, que se volteó por pura casualidad hacia el lado de la isla, quedando a pocos metros de ella.

Crédito foto: EFE

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