El Comité de la UCR de la provincia de Buenos Aires está en manos del alfonsinista Miguel Bazze, quien llegó al cargo tras imponerse en las internas partidarias desarrolladas hace dos años frente a los sectores de los históricos dirigentes Leopoldo Moreau y Federico Storani, que contaban con el apoyo del ex vicepresidente, Julio Cobos.

El alfosinismo busca retener el control del partido en el principal distrito electoral del país, y para ello, postularía al ex titular de la UCR bonaerense, Daniel Salvador.

El magro 15,86 por ciento de los votos que la UCR, en alianza con Francisco De Narváez, obtuvo en la provincia en los comicios de octubre, envalentonó a la oposición interna, que buscará desplazar al alfonsinismo de la conducción partidaria en las internas previstas para el 24 de junio.

En ese sector, se ubica el intendente cobista de Junín, Mario Meoni, quien ya manifestó su voluntad de competir por la titularidad del Comité provincia, mientras el MODESO, de Leopoldo Moreau, postularía a su hija, Cecilia Moreau.

Meoni integra el grupo de intendentes rebeldes, cercanos al macrismo, del que también forman parte, su pares, de Pergamino, Héctor “Cachi” Gutiérrez y Gustavo Posse, de San Isidro, entre otros.

“Venimos de un cachetazo electoral muy fuerte, esto hace que nos coloquemos en una situación de partido mínimo, pero pese a esto hay dirigentes que persisten en la intención de mantenerse en la conducción, como el propio Ricardo Alfonsín”, cuestionó Gutiérrez en declaraciones radiales.

Según pudo saber Télam, el grupo de intendentes, encabezado por Meoni se reunirá el próximo martes en el Hotel Castelar, de esta Capital Federal, para empezar a delinear una estrategia de cara a las internas.

Del encuentro también participarán dirigentes del MODESO y un sector del storanismo.

Gutiérrez señaló que el sector busca “conciliar un acuerdo interno que nos permita enfrentar a la actual conducción partidaria en el radicalismo bonaerense y de esa forma revertir el descreimiento de la población en un partido que no ofrece ninguna alternativa en la provincia”.

Desde el alfonsinismo, acusaron a Moreau de estar “detrás” de la movida del martes y de “impulsar una interna que no va a hacer más que desgastar aún más al partido”.

“De concretarse ese armado no tiene ninguna competitividad”, lanzó en dialogo con Télam, un importante dirigente del Morena, quien agregó que “el que vaya con Moreau lleva una vaca en los brazos. Es un dirigente muy resistido en la provincia”.

Otro influyente alfonsinista, en cambio, dudó sobre la posibilidad de un acuerdo entre los opositores internos.

“Entre los sectores que se van a reunir, hay serias contradicciones: algunos quieren una radicalismo cercano al neoconservadurismo de (el jefe de Gobierno Mauricio) Macri y otros son pro kirchnernistas”, disparó.

En tanto, el diputado nacional, Miguel Bazze, sostuvo que “lo más conveniente para el partido sería evitar la interna, porque hoy el radicalismo debe trabajar detrás del objetivo de instalarse como una alternativa para el conjunto de la sociedad”.

Sin embargo, Bazze advirtió que de no mediar un acuerdo “estamos convencidos que podemos ganar la interna con toda tranquilidad, pero no queremos pensar en términos de nuestro posicionamiento, sino en lo que es mejor para el partido”.

En ese marco, el alfonsinismo viene manteniendo reuniones con algunos de los dirigentes que participarían de la reunión del próximo martes en el Castelar en pos arribar a un acuerdo.

Entre ellos, el diputado Mario Barbieri y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien el sábado pasado se mostró junto a Ricardo Alfonsín, en el homenaje a su padre, el ex presidente Raúl Alfonsín, realizado en Chascomús, a tres años de su muerte.