Día Internacional de la Mujer

Escribe: Antonio Hugo Caruso, Secretario de Cultura, Educación y Promoción de las Artes.

En el Día Internacional de la Mujer recordamos que en 1909 se convocó en Europa a una manifestación que reclamaba por mejores condiciones de vida y de trabajo para las mujeres inmigradas y la abolición del trabajo de los niños. También hay antecedentes desde 1857 de aquella fábrica de Chicago en la que mujeres fueron ferozmente castigadas al reclamar sus derechos.

En la actualidad ha cambiado tanto el panorama, se ha avanzado y crecido de manera que, no sólo en nuestro país tenemos el honor de que el cargo de presidente de la Nación lo ocupe una mujer, sino que hemos generado entre todos, los espacios necesarios para que la igualdad social y laboral sean también desarrolladas en este tema. Sabemos que aún hay lugares que esto no sucede, pero las distintas sociedades y culturas tienen diferentes momentos de maduración no obstante, debemos entre todos lograr que la mujer ocupe su lugar de manera natural, que no sea una excepción.

Todas las mujeres de la sociedad deben ser reconocidas por la labor que desde su lugar en la sociedad les ha tocado desempeñar: en principio la mujer como eje fundamental de la familia, las madres que crían a sus hijos solas, las docentes que necesitan de nuestro apoyo, las intelectuales que necesitan ser escuchadas, las artesanas que trabajan desde la cultura, a las mujeres que desde sus hogares velan por el desarrollo de sus hijos y cuidan del bienestar de sus compañeros.

Debemos bregar por que no haya más discriminaciones de ningún tipo: ni por poseer capacidades especiales, ni discriminación económica, social y menos aún la violencia hogareña o psicológica de la que tanto escuchamos.

Es por ello que el 8 de marzo es una buena oportunidad además, para reconocer a quienes a través de las luchas sociales han trabajado políticamente en favor de las conquistas que hoy existen en nuestro país. Y que las perimidas diferencias de género sean superadas de manera tal, que el entramado social que constituye la sociedad, edifique de la misma manera los sueños que tenemos y, con las mismas oportunidades en todos los ámbitos. Estimo que entre todos, y todos los días, hombres y mujeres debemos hacer lo necesario para vivir y convivir en armonía, con solidaridad, para aprovechar las oportunidades que nos brinda la vida y para entablar diálogos que enriquezcan a cada uno. Trabajemos entre todos para la paz que tanto anhelamos y seamos reales artífices de nuestras vidas, de manera tal que cada día vivido sea único e inigualable.

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