Después de 12 años, vuelve la navegación al Riachuelo

El Juzgado Federal de Morón publicó una resolución que habilita un tramo del Riachuelo para realizar navegaciones turísticas.

 

En un hecho histórico para el saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo, el Juzgado Federal Nº 2 de Morón, que lleva adelante la Causa Mendoza, resolvió hacer lugar a un pedido los ministerios de turismo de la Nación y de la Ciudad de Buenos Aires, quienes solicitaron con acompañamiento de ACUMAR habilitar la navegación en un tramo de 200 metros comprendidos entre la desembocadura del Riachuelo y el puente Transbordador Nicolás Avellaneda.

 

“Con esta decisión entramos definitivamente en una nueva etapa del proceso de saneamiento, entendiendo que habilitar la navegación, incluso en este pequeño tramo, es un paso muy importante para recuperar la relación de la sociedad con el río, visibilizar los avances y generar conciencia para sostener su cuidado”, destacó el presidente de ACUMAR, Martín Sabbatella.

 

La prohibición de navegar el río data de 2011 cuando el entonces juzgado de instrucción de la Causa, radicado en Quilmes, declaró a la Cuenca y especialmente al cauce del río como “zona crítica de protección especial con servidumbre de paso ambiental”, suspendido provisoriamente y de manera total la navegación comercial en el curso de agua del Matanza Riachuelo, en pos de facilitar los trabajos de remoción de embarcaciones y autos hundidos, así como favorecer el libre escurrimientos de las aguas y el trabajo de limpieza del espejo de agua.

 

En parte del escrito, el juzgado indica que la resolución de prohibición “fue dictada durante la primer etapa de ejecución de la presente y, a la luz del tiempo transcurrido, cabe señalar algunas circunstancias que han variado: se han retirado las embarcaciones abandonadas y hundidas, existe un servicio permanente de limpieza del espejo de agua y de la sirga, con el reciente complemento del reperfilado de arroyos que ACUMAR lleva adelante”.­

 

Doce años después es la propia justicia, luego de un periodo de análisis en el que ACUMAR tuvo un rol preponderante, realizando incluso en diciembre del año pasado una Audiencia Pública para conocer la opinión de la ciudadanía en relación a esta temática, quien resuelve otorgar esta concesión para llevar adelante las navegaciones comerciales que se proponen en el proyecto turístico “Paseo náutico ­Circuito turístico Quilmes­ Tigre”.

 

Actualmente ACUMAR retiró más de 80 embarcaciones hundidas y/o abandonadas, y 100 autos y partes de carrocería que se hallaban en el lecho del río, se retiran todos los meses cerca de 300 toneladas de residuos del espejo de agua y unas 1.500 toneladas de las riberas. Desde hace cuatro años se comenzó un trabajo de limpieza, desobstrucción y reperfilado de arroyos, que buscan recuperar el libre escurrimiento del agua tanto en el Riachuelo como en los arroyos internos. Se liberó casi en su totalidad el Camino de Sirga, se comenzaron a reforestar y recuperar las riberas para el uso recreativo. Hoy del lado de Provincia la liberación del camino ribereño es del 100% y el trabajo que realizan las cooperativas locales pasó de ser de limpieza y recolección de residuos a mantenimiento y parquización. Ciertamente el escenario ha cambiado y la justicia dio cuenta de ello en su última resolución.

 

La medida, que se dio a conocer en los últimos días, se propone como una excepción a la prohibición ordenada en marzo de 2011 para llevar adelante el proyecto presentado por las carteras de turismo de la Nación y la Ciudad de Buenos Aires que plantean un circuito turístico náutico que unirá las costas de Tigre con la de Quilmes, pasando por varios puntos de interés, entre los que se incluyen La Boca, con el puente Transbordador Nicolás Avellaneda como epicentro de la actividad. Para este caso, la excepción comprende el tramo que va desde la desembocadura del Riachuelo, conocido como Cuatro Bocas, hasta el mismo Puente Transbordador.

 

“ACUMAR acompañó la propuesta de navegabilidad entendiendo su importancia para promover la recuperación territorial, cultural y económica en la Cuenca. La idea es incorporar este proyecto al que ya estamos llevando adelante entre las dos orillas de La Boca – Isla Maciel, para que el Riachuelo no sea un límite, sino un lugar de encuentro”, finalizó Sabbatella.

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