Decisión animal

Escribe Claudio Penso, especialista en impulsar procesos de cambio y crecimiento.

Creíamos que la mayoría de las especies sigue a los líderes, machos alfa que en general son los dominantes y más aptos. Sin embargo, se ha comprobado que hay un sistema sutil y complejo en el que se toman decisiones por consenso, optando por la mejor idea en perfecta mayoría. Herbert Prins estudió durante años a las manadas de búfalos africanos. Observó que cuando las hembras se levantaban del suelo para luego volver a tenderse, no lo hacían como él creía para estirar las patas. El ecólogo registró que estos comportamientos se repetían durante una hora, en la que miraban en una dirección concreta. Luego, toda la manada comenzaba a caminar en la misma dirección. Se documentó que estas decisiones, consensuadas por un grupo de hembras en manadas de mil miembros, registraban errores de sólo tres grados de orientación. Si entre los votantes surgían dos opiniones distintas, la manada se dividía en grupos para pasar la noche y dirimir una opción.

 
Los rebaños de ciervos solo se ponen en movimiento cuando el 62% se levanta del suelo, es decir una mayoría de dos tercios. Lo mismo sucede con los gorilas, que se mueven si el 65% lo pide con sus llamadas.

 
Las abejas tienen una reina que asume la función de la reproducción. Cuando deben elegir un sitito para anidar los enjambres de diez mil abejas, envían exploradoras a varios kilómetros de distancia. Al regresar, anuncian sus descubrimientos mediante una danza que revela la ubicación del enclave y sus características. Presentan sus propuestas y eligen la mejor opción. Thomas Seeley lo definió en la revista Science como “un concurso de popularidad con una fiesta de baile”. Cuando 100 abejas danzantes llegan a un acuerdo, el enjambre ya ha votado.

 

Aquellas que persisten en la defensa de otras opciones descartadas, reciben un castigo en forma de cabezazo para que desistan de su veto a la decisión mayoritaria.

 
Las decisiones democráticas son beneficiosas para estos animales porque reúnen la información dispersa entre muchos individuos. Los hombres hemos extraviado esta conducta. No está en nuestros genes la decisión por consenso.
La historia está colmada de machos alfa con todo el poder concentrado, decidiendo por el mal mayor, al borde del abismo.
Claudio Penso
Especialista en impulsar procesos de cambio y crecimiento
claudio@claudiopenso.com

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