Este viernes a las 16 horas, el salón de actos del Colegio Vicente Sauras, sito en la calle Brandsen 4790, será sede de una importante feria artesanal a cargo de un grupo de alumnos de la Escuela Bilingüe Guaraní Nº 657, de la ciudad misionera de Aristóbulo del Valle, cuya recaudación será destinada para participar de una olimpiada deportiva en su provincia.

Este grupo, que está formado por once alumnos de séptimo grado (Toni, César, Gabriel, Nicolás, Willi, Germino, Carolina, Norma, Herno, María Reina y Gustavo), su maestra Silvia Frischeisein y la directora Mónica De Lima, se encuentra alojado desde el miércoles en casas de alumnos del Vicente Sauras, donde permanecerán hasta mañana para poder recorrer algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires y Avellaneda.

Esta iniciativa surgió de las propias autoridades y alumnos del Vicente Sauras, quienes como proyecto institucional en el año del Bicentenario se propusieron apadrinar a una comunidad educativa de niños descendientes de alguno de los Pueblos Originarios de la Patria.

Luego de una ardua tarea de investigación, donde se realizaron contactos con ONG y Ministerios de Educación de distintas provincias, decidieron apadrinar a esta escuela que alberga a cerca de 180 alumnos, desde Jardín de Infantes a 7° grado, pertenecientes a tres comunidades guaraníes.

Una vez apadrinada, las primeras acciones realizadas por los alumnos del Vicente Sauras consistieron en iniciar una campaña donde juntaron más de 700 kilos de alimentos no perecederos, los cuales les fueron enviados en agosto pasado junto a medicamentos e insumos medicinales.

En forma simultánea, organizaron múltiples actividades para juntar el dinero necesario para poder invitar a esta delegación de la Escuela Bilingüe Guaraní Nº 657, con el objetivo de recorrer lugares históricos y turísticos, como el Cabildo, la Catedral de Buenos Aires, la Casa de Gobierno, el Planetario y los estadios de Racing e Independiente, entre otros.

«Fue todo vía Internet, justo me había conectado y una alumna de este colegio me preguntó si teníamos interés en hacer un intercambio. Ahí nació todo el contacto. Después nos visitó Norma (catequista del Vicente Sauras) y nos comentó la idea del viaje; los chicos estaban contentos y enganchados», expresó Mónica De Lima al referirse a los primeros pasos de esta integración entre escuelas.

Con respecto a los meses previos al viaje, la maestra Silvia Frischeisein explicó que estuvieron reforzando los contenidos sobre los lugares históricos a visitar en Buenos Aires. «Ellos conocen la Casa de gobierno desde Misiones y tienen mucha expectativa por conocer el lugar donde está la presidenta. No veían la hora de que llegara el momento de venir, cuando faltaba un día estaban más nerviosos, pero listos, preparados y con muchas ganas», aseguró Frischeisein.

Germino, uno de los alumnos que integró la delegación, le expresó a La Ciudad su deseo de conocer Avellaneda, Buenos Airesy, sobre todo, la Casa Rosada. En tanto, Norma, también manifestó sus ganas de conocer la sede del Gobierno y calificó de «emocionante» haber pasado por el estadio de Boca, club de sus amores.

Daniela, quien albergará a Norma en su hogar, aseguró a su llegada que estaba muy contenta y emocionada. «Va a venir a mi casa y vamos a charlar mucho, quiero que me cuente muchas cosas de su comunidad. Lo principal es que ellos sigan estudiando en la secundaria, que es lo que queremos lograr, tenemos que demostrarle que es importante que lo hagan», remarcó la alumna del Vicente Sauras.

La catequista Norma Paino, propulsora de esta iniciativa, comentó que el proyecto son cuatro años como mínimo y que «el año que viene vamos a viajar con los alumnos de quinto año, los que ahora están en cuarto porque nuestro servicio tiene que seguir, conocí personalmente las necesidades de la escuela y la idea es hacer un trabajo de servicio».

«A nuestros chicos también los enriquece conocer a los alumnos de Misiones, porque ven el esfuerzo que hacen para estudiar, como por ejemplo caminar dos horas para ir a la escuela, cuando nuestros chicos a veces nos reconocen que tienen todo servido acá y no estudian», expresó Paino.

Finalmente, Norma Paino destacó cómo la sociedad se fue encolumnando detrás de los chicos para ayudarlos en su estadía. En ese sentido, destacó al Sindicato de Empleados de Comercio que puso a su disposición el campo de deportes y la comida para hacerles la despedida, al Club Independiente que les regaló una camiseta firmada por sus jugadores para sortearla y recaudar fondos, al Hospital Presidente Perón que les dio un contacto directo ante cualquier problema de salud que se presentara, y la Armada que no solo se sumó abriendo las puertas de las fragatas Libertad y Sarmiento, sino que además se sumó al padrinazgo de la Escuela Nº 657.

«Dios necesitaba que nosotros pusiéramos las manos, todo lo demás lo hizo él porque, en todo, se nos fue allanando el camino», concluyó Paino.