Nuestras Fiestas patronales

A medida que transcurren los años, y habiendo tenido la suerte de disfrutar de esta fecha en familia: con mi madre Raquel, mi padre Alfonso y mi hermano Jorge cuando era niño; siento la alegría y renovación de la emoción al compartir esta jornada en familia, los vecinos y compañeros.

Nos damos cita cada 15 de agosto en el Centro Cívico de la ciudad en nuestra hermosa Catedral. He sido por muchos años colaborador en la Comisión de Festejos de esta fecha trascendente junto a notables vecinos de nuestra ciudad. Cada sociedad se construye en el día a día, con el aporte de todos. Y las distintas culturas que van amalgamándose hacen de este homenaje una gama de diversidad y respeto. Los nativos de las regiones y sus inmigrantes, son quienes con los usos y costumbres diagraman el «ser» de cada lugar y su identidad contribuye a que el homenaje a Nuestra Señora de la Asunción sea una singular fiesta religiosa.

Nuestra ciudad, desde sus inicios estuvo poblada por quienes tenían sus raíces nacionales y las corrientes inmigratorias que fueron poblando nuestro querido país. Entre las distintas culturas se erigió una ciudad pujante, laboriosa y solidaria y, con un sentimiento religioso cardinal que abarcó un espectro ecuménico de diversas creencias. Por ello la llegada del 15 de agosto es un día para la reunión en la Catedral (cuyo origen es la Iglesia del Italiano), en las calles, es una fiesta religiosa donde se manifiesta la fe y la esperanza con la participación de múltiples instituciones que comparten este agasajo, las fuerzas vivas, las autoridades y sobre todo los vecinos que se suman y son protagonistas de esta conmemoración en las calles con una procesión emotiva y conmovedora.

Asistiremos al izado de nuestra bandera, la misa, a la sesión especial del Honorable Concejo Deliberante, la procesión presidida por el Obispo y finalmente, el concierto homenaje, este año a cargo de nuestra Orquesta Sinfónica Municipal. Invito entonces a los vecinos a sumarse, para que entre todos le rindamos homenaje a nuestra Señora de la Asunción y desde el respeto por todos los credos, una vez más nos unamos en la fe para reflexionar y fortalecer nuestros valores, aquellos que desde pequeños nos enseñaron nuestros mayores y hoy, debemos trasmitir nosotros.