Siempre el devenir de los hechos políticos, van trazando la historia de los pueblos y junto a ella; los pueblos acompañan los cambios que son para mejorar la situación social, política y económica. Estas situaciones a su vez son las que permiten que los pueblos en su conjunto vayan creciendo y den a las distintas necesidades los lugares que ocupan en la sociedad.

En la actualidad transitamos una etapa de ordenar prioridades, de poner de nuevo en los primeros lugares las ideas de redistribución de la riqueza, de la necesidad de la asignación universal por hijo, de la importancia de la educación como herramienta de formación del hombre, de la jerarquía que debe tener la atención de la salud y el cuidado hacia nuestros mayores; de la importancia de la producción y el trabajo puestas en función del hombre y su familia que en definitiva es en beneficio de la sociedad toda y; una serie más de prioridades que han ido mostrándose a partir de trabajar para y con el pueblo.

¿Qué tiene que ver esto con el 9 de julio de 1816? Si tenemos en cuenta que ya teníamos el precedente de la Revolución de Mayo, y que luego fueron sucediéndose reuniones en los distintos lugares del territorio de la Provincias Unidas del Río de la Plata; hasta desembocar en el Congreso de Tucumán en 1816; nos damos cuenta de que hubo hombres y mujeres que preocupados por la libertad de nuestra Patria se ocuparon para que ello sea posible. Y, como decía al comienzo, los hechos políticos e históricos son los que nos marcan para que podamos ser de determinada manera. Si miramos hacia atrás con amplitud de criterio, nos hallaremos mucha gente que dejó largas horas de su vida para que hoy podamos estar transitando este momento de nuestra vida política, cultural, educativa y ocuparnos de todas las cuestiones que tienen que ver con la mejor calidad de vida de los habitantes.

Es importante entonces que, así como se produjo el Congreso de 1816 en Tucumán, tomemos nosotros parte del protagonismo de la historia que se construye cada día. Es necesario dejar de ser meros espectadores y participar desde el lugar de ciudadanos, en las decisiones que hacen a las políticas públicas en nuestro querido país.

Este 9 de Julio hagámonos un momento en familia para reflexionar sobre estos hechos históricos y, no sólo celebremos la gesta legislativa de los hombres de 1816, sino que también pongamos nuestro granito de arena para continuar entre todos, construyendo este país que tanto queremos.