15 y 17 de agosto: fechas importantes en nuestra ciudad

Escribe Antonio Hugo Caruso, Secretario de Cultura de Avellaneda.

Los nativos de las regiones y sus inmigrantes, son quienes con los usos y costumbres
definen el “ser” de cada ciudad, pueblo o país y su identidad. Es importante respetar las
efemérides de cada lugar, en primer lugar porque forman parte del sentimiento
colectivo arraigado desde lo más profundo y por otro porque debemos trasmitir a las
generaciones venideras los sentimientos, ya sean de fe, históricos o culturales en todas
sus manifestaciones. Y, aquellos que se relacionan directamente con nuestra historia
debemos resaltarlos porque todo pueblo debe tener memoria para no reiterar errores,
todo pueblo debe tener memoria para construir una identidad relacionada con su
verdadero sentir, sus raíces culturales y sueños de libertad e independencia.

 

La llegada del 15 de agosto, fecha en que homenajeamos a Nuestra Señora de la
Asunción Patrona de Avellaneda, es un día para la reunión en la Catedral, en las calles,
con la participación de múltiples instituciones que comparten este festejo, las fuerzas
vivas, los funcionarios y sobre todo, los vecinos que se suman y son protagonistas de
esta conmemoración. Esta reunión vecinal y social de la que formamos parte cada año
afianza la identidad de la ciudad, la fe, y sus costumbres.

 

Luego llegará el 17 de agosto, allí rendiremos homenaje al Padre de la Patria Don José
de San Martin, quien a través de su hacer dejó un legado de amor a la libertad, de
dignidad ante los momentos difíciles, de enseñanzas filosóficas sobre la vida cuando
redactó las Máximas para su hija, nos legó también su perfil de estratega; aquel que le
permitió convertirse en el gran Libertador. Y un sinfín de valores que hoy debemos
resaltar, tener presente y llevar de ejemplo.

 

Invito entonces a todos los que lo deseen a sumarse, para que le rindamos homenaje a
nuestra Señora de la Asunción y, desde el respeto por todos los credos, una vez más nos
unamos en la fe para reflexionar y fortalecer nuestros valores. Y también invito a asistir
a los actos escolares de hijos, nietos, sobrinos o vecinos para honrar una vez más la vida
de nuestro Libertador General Don José San Martín uno de aquellos próceres que
conocemos desde pequeños y admiramos siempre.

 

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