“La Mosca”, pulpería y testimonios

Escribe Antonio J. González

La historia y la leyenda se conjugan cuando queremos saber exactamente porqué se llamó de ese modo la esquina de Av. Pavón y De La Serna en Gerli. Existen pcoas referencias sobre el origen de tan popular lugar que es mencionada en una milonga de Celedonio Flores y Razzano eb 1934. Según el historiador Aníbal López Guerra “es la relatada por Don Antonio Pérez el 4 de marzo de 1982, ocasión que el recordado pionero de Gerli cumplía sus 100 años de vida, y que nacido en España en 1882 llegó a la Argentina con jóvenes 20 años en la primavera de 1902. Habiéndose instalado en 1905 en la esquina de Galicia y Pavón, frente a la Pulpería de La Mosca, que ‘era lo único que existía en la zona’ según palabras del propio Pérez, recordaba personalmente la figura del dueño de dicho comercio. La derivación del nombre de La Mosca, conforme a lo relatado por Pérez se habría originado en un modismo del  propio Sansat luego de satisfacer los pedidos efectuados por la clientela. Parece ser que cuando, rejas por medio, un parroquiano solicitaba al dueño del lugar,  supongamos, ‘Deme una ginebra’, el propietario de la pulpería mientras le servía en el correspondiente vaso, y antes de pasarla por entre las rejas para dársela, solicitaba por anticipado el pago de la consumición con el vocablo: ¡Venga la mosca!”

 

Otra versión es la de la revista “PBT” de 1916, reafirmada por “Atlántida” del 1930: “para las personas que hace algunos años se veían obligados a recorrer el camino carretero que va a Témperley, era muy conocida la pulpería (…) frecuentada por los carreros que tenían que pasar diariamente y por la gente de los alrededores (…) Allí había constantemente numerosos parroquianos que se pasaban el día jugando a la taba y bebiendo. Cuentan los actuales pobladores (…) el origen del nombre que cierta vez alguien la llamó la pulpería de las moscas, refiriéndose a la gran cantidad de gente que acudía al boliche como las moscas a la leche. Este nombre fue generalizándose entre los concurrentes a la pulpería, llegando a oídos del propietario del establecimiento al que le causó gracia, bautizándolo con ese nombre”.

 

“La Mosca” se transformó en los años 50 en fonda –cuenta el poeta Carlos Penelas-  Mi tío Pedro Fraga -casado con la hermana de mi padre, Isabel Penelas- fue concesionario de esa fonda (sólo comida, sin alojamiento) durante varios años. Lo atendían sus cuatro hijos: Luis, Pedro, Eduardo y Manolo.” Cómo vemos, son distintas las causas de ese nombre sobre la popular esquina. Lo cierto es que aún podemos ver en esa esquina la imagen de la mosca y su referencia a los años que se mantuvo activa, como un homenaje a ese dato histórico.

 

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