Usted lo hizo, Usted deshágalo

Escribe el Dr. Julio Gloazzo, Cofundador de la Medicina Neurolingüística (MNL) en la Argentina. Jefe del Servicio de Medicina Neuro Lingüística en el Hospital Presidente Perón de Avellaneda. Coautor del libro «Cuando las palabras también curan».

El único ser sobre el planeta que se adapta, construye, repara, y mejora lo que hace es el hombre. ¿Sabe usted por qué?

 

 

Sencillamente porque es perfecto. Tan perfecto como una polilla o una hormiga, desde el plano estrictamente biológico, pero tremendamente diferente desde el plano intelectual, actitudinal, emocional y sentimental. Esto debe leerse desde el universo neurológico, o sea desde una parte de la anatomía: el cerebro.

 

El ser humano es el único que cambia las cosas, y las transforma dependiendo de su intelecto y voluntad.

 

La enfermedad, desde este planteo, ocurrió por un permiso biológico. Pues ahora llegó el momento de quitar ese permiso con ayuda de un arsenal de herramientas: operaciones, antibióticos, insulina, anti-hipertensivos, y todo lo que conocemos, pero además saquemos a la enfermedad la credencial que la habilita para entrar en nosotros. Transformémonos en guerreros verdaderos en contra de ella, con las capacidades que tenemos por ser perfectos, con la ayuda de nuestra voluntad para cambiar las cosas, incluso nuestra manera de pensar, de vernos a nosotros mismos, cambiando nuestras creencias.

 

Hace miles de años, cuando la tecnología no acompañaba al cotidiano existir, el objeto de la terapéutica se centraba en el placebo, todo lo que habría de utilizarse como terapéutica, era placebo. El terapeuta utilizaba elementos y el paciente creía que lo beneficiaria, baños de pies, yuyos o telas y piedras de colores. La magia de la curación recaía totalmente en la capacidad de paciente en sanar desde sus creencias y desde su propia energía biológica para este fin.

 

Todo el arsenal terapéutico dependía del enfermo y de la capacidad de convicción y persuasión del terapeuta, que era ejercida estrictamente desde la palabra.

 

La voluntad, buenos deseos, pensamientos funcionales y estado anímico adecuado son los motores fundamentales para la curación de cualquier estado de enfermedad, de igual modo, lo contrario enferma y es un contrapeso infranqueable para superar la contingencia.

 

Las personas creen que no pueden cambiar sus pensamientos, ni sus creencias, confundiendo a estas últimas con verdades.

 

Sus postulados lingüísticos suelen ser: “no puedo dejar de pensar en eso” “las cosas deben ser de esta manera y no de otra” “no voy a poder” “esto me mata” “no se puede vivir con esto” y cosas por el estilo.

 

Mientras el cerebro es bombardeado con este tipo de predicados lingüísticos reacciona químicamente, generando mediadores químicos que hacen mermar las energías superadoras y reparadoras cambiándolas por otras calidades energética, tan biológicas como las anteriores, pero esta vez, para dar permiso a la enfermedad para que aparezca o perdure.

 

El superar estas instancias es una cuestión de entrenamiento. De la misma forma que entrenamos para correr más distancia o tener más fuerza, debemos prepararnos para derrumbar creencias y pensamientos que nos perjudican, que nos sumergen en la infelicidad, y curiosamente, eso no es difícil.

 

Concurrir a talleres donde se fomentan las destrezas mentales para el logro de estos objetivos, es un excelente camino y transitar por un camino tan novedoso como superador, depende de cada uno.

 

La Medicina Neuro Lingüística muestra estos caminos dado que centra su acción en el “aquí y ahora” ayudando al paciente a cambiar “el estado actual disfuncional, por el estado deseado”

 

(Artículo inspirado en el libro “CUANDO LAS PALABRAS TAMBIEN CURAN”)

 

 

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Dr. Julio Gloazzo

Cofundador de la Medicina Neurolingüística (MNL) en la Argentina.  Jefe del Servicio de Medicina Neuro Lingüística en el Hospital Presidente Perón de Avellaneda.

Coautor del libro «Cuando las palabras también curan»

Contacto: 154-564-9544

juliogloazzo@gmail.com

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