Un tren sin máquina

Como todos los años se puso en marcha el tren sanitario ALMA, modernamente equipado como un hospital rodante que recorre anualmente localidades, estaciones y parajes de remotas regiones de Salta, Jujuy, Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán brindando atención médica a los habitantes necesitados del lugar.

Esta gran obra humanitaria a cargo de una institución sin fines de lucro dependen fundamentalmente del remolque de los cargueros del Ferrocarril Belgrano, por carecer de locomotora propia.

¿Qué le costaría al Estado Nacional alistar y proveer de una máquina para remolcar al benemérito convoy? Con médicos y enfermeros voluntarios, especialistas y personal auxiliar que atraviesan desiertos y se detienen en lugares de intenso frío o calores de fuego para atender a los abandonados habitantes y a sus familias.

Es un deber de solidaridad humana que el Ministerio de Desarrollo Social, el director de Ferrocarriles y el propio Ministro de Planeamiento De Vido, se ocupen y faciliten una máquina para que el tren Alma cumpla sus fines.

Enrique S. Inda
Diputado (m.c.)