Un motociclista argentino falleció tras chocar cerca de Necochea

El motociclista argentino Jorge Martínez Boero falleció hoy tras accidentarse en la primera etapa del Rally Dakar 2012, desarrollada entre las ciudades de Mar del Plata (Buenos Aires) y Santa Rosa (La Pampa).

Martínez Boero, oriundo de Bolívar (provincia de Buenos Aires) e hijo del ex piloto homónimo de Turismo Carretera (fallecido en 2004), sufrió un grave accidente en la especial entre Necochea y Energía y falleció en el helicóptero mientras era llevado a Mar del Plata, informaron los organizadores de la competencia.

El argentino se convirtió así en el 16º piloto que muere al disputar el Dakar desde que la competencia fuera creada en 1978 por el francés Therry Sabine, quien justamente perdió la vida al caer el helicóptero en el que seguía la carrera en 1986.

La lista de fallecidos se amplía al medio centenar si se incluyen organizadores, mecánicos, asistentes, periodistas y espectadores.

El piloto de Bolívar, de 38 años, tuvo una violenta caída con su moto en el kilómetro 55 de la primera especial del rally, que se cumplió entre las ciudades bonaerenses de Necochea y Energía.

A los pocos minutos del accidente fue socorrido por los servicios sanitarios de la competencia, pero Martínez Boero falleció en el traslado en helicóptero hacia Mar del Plata por las heridas sufridas y tras varios intentos de reanimación.

“Son momentos difíciles y de reflexión de analizar el por qué”, dijo el campeón de motos, el catalán Marc Coma, a Télam al enterarse de la noticia cuando llegó al campamento en Santa Rosa.

Coma recordó: “Es duro, pero lamentablemente son los riesgos de esta competencia. Lo que nos queda es enviar nuestro dolor y nuestro pésame a su familia en este momento”.

Los motociclistas encabezan la lista trágica del Dakar, con 11 de los 16 protagonistas fallecidos, en su mayoría luego de fuertes caídas como la sufrida esta mañana por el piloto bolivarense.

Una de las excepciones a estas muertes en competencia fue la del francés Thierry Pascal en 2009, cuando el Rally Dakar recaló por primera vez en estas tierras.

Pascal, quien cumplía el sueño de correr su primer Dakar, murió de un paro cardíaco durante la segunda etapa entre Santa Rosa y Puerto Madryn, y fue encontrado dos días después.

Para Boero, este era su segundo Dakar y el año pasado había vivido una experiencia límite cuando con su moto quedó colgado de un precipicio en Iquique, en Chile, en el que estuvo ocho horas antes de ser rescatado.

Aquella experiencia le dejó un sabor amargo aunque no atenuó su “entusiasmo por la carrera”, comentaron conocidos del piloto.

Boero, con la llegada hasta Atacama bajo el brazo, iba por la hazaña de dar la vuela y llegar a Lima, Perú, el 15 de enero, y con el mismo entusiasmo del día que corrió su primer Dakar.

“Voy a dar todo, lo que no mata fortalece”, había escrito en su cuenta de Twitter horas antes de enfilar hacia La Pampa.

Ni el choque de su camión de asistencia antes de llegar a Mar del Plata le opacaron el ánimo: “No pienso bajar los brazos, voy a poner todo para llegar a Lima”, dijo a sus seguidores de la red.

Y un miembro de la organización del Dakar recordó que “Jorge estaba muy embalado, no veía la hora de largar”.

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