Trastornos de la afectividad en algunas depresiones

Escribe la Lic. Andrea Fabiana Varela Seivane.

Las características esenciales de los trastornos de la afectividad están en relación con un estado de ánimo que es crónicamente depresivo, un estado de ánimo que además está presente la mayor parte del día y que ese mismo estado de ánimo persiste durante al menos dos años. Cuando en los casos en que la descompensación de los afectos tiende a manifestarse hacia las funciones psíquicas operando en disminución, en menos, las personas manifiestan mal humor, tristeza, un marcado pesimismo que condiciona sus actividades y abulia, mostrando un gran desgano y apatía por casi todo lo que constituye su entorno cotidiano.

La hipotimia se caracteriza por una disminución global de los afectos, y se observa a partir de que los enfermos no llegan a responder afectivamente de acuerdo a la situación en que se encuentran, llegando en casos graves hasta la indiferencia como ocurre en el caso de las oligofrenias, demencias y esquizofrenias, o en casos mas leves como ocurre en los síndromes confusionales y en los síndromes depresivos.

Las personas que padecen de este síndrome de depresión psicomotriz presentan una característica esencial que consiste en mostrar una inhibición muy acentuada en las distintas funciones tanto psíquicas como las funciones motoras y las funciones sociales. Principalmente es destacable lo relacionado con los afectos, el humor aparece especialmente triste y condiciona día a día la forma de ver la realidad que casi siempre es sentida como sin presente y sin futuro que sea positivo o que produzca algún incentivo.

El síndrome de depresión psicomotriz generalmente se instala en mujeres con edades que oscilan entre los treinta y cuarenta años, el inicio de este cuadro se muestra a partir de diferentes síntomas, pero lo más importante es que los procesos psíquicos están inhibidos y existe un lento discurso por parte del paciente que evidencia la inhibición de los procesos psíquicos tales como un retardo en la asociación de ideas y un aumento de latencia entre lo que se pregunta y lo que se responde.

Es muy habitual en estos cuadros, la presencia de insomnio, altos niveles de ansiedad, reacciones intempestivas y agresivas del humor hacia el entorno, o por el contrario, también puede aparecer la instalación de una progresiva inercia que va en aumento. Si este proceso continúa, es muy probable que los síntomas vayan instalándose y todas las funciones comiencen a trabajar en menos, apareciendo la inercia motora que es consecutiva a una marcada falta de incentivos y de motivación, apareciendo también alteraciones de la memoria como por ejemplo la memoria de fijación, pudiendo aparecer ilusiones y alucinaciones, el pensamiento se va a manifestar lentificado, el capital de ideas va a ser pobre como así también el flujo de ideas, y en casos más graves van a aparecer también las ideas de ruina, culpa y de suicidio producto de un juicio desviado debido a la gran pobreza afectiva.

Otro tipo de depresión, es la depresión reactiva, que desde el punto de vista del origen patógeno, está asociada a que este tipo de depresiones responden a factores situacionales donde su génesis es básicamente psicológica, no existen elementos hereditarios ni orgánicos que puedan tener peso en la explicación del origen de estos cuadros depresivos.

Las depresiones reactivas se caracterizan por presentar una marcada tristeza acompañada siempre por una ansiedad exagerada, el inicio de la aparición de esta depresión es gradual y su curso es continuo, las personas que la padecen muestran tanto auto agresividad como agresión hacia el entorno y hay ausencia de producción delirante. Los cambios más o menos súbitos que se producen en el humor o en el estado de ánimo habitual, es motivado por las más diversas sensaciones que aparecen en el campo de la conciencia y también por las representaciones, imágenes e ideas que surgen en la conciencia en un momento determinado.

Las reacciones bruscas que se producen en el humor, con el agregado de una gran repercusión física y psíquica, es de intensidad muy variable y puede llegar en ocasiones a motivas y a dirigir la conducta que la persona manifestará cotidianamente. Los distintos estados afectivos son modificaciones de diferente índole o intensidad, en el humor habitual de una persona, son las manifestaciones reactivas del humor que son provocadas por los más diversos factores físicos, psíquicos y sociales.

Licenciada en Psicología
Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
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