En el día de hoy comenzó a normalizarse en un 90 por ciento la provisión del servicio eléctrico en el Partido de Avellaneda, luego del fuerte temporal con vientos huracanados que azotó el miércoles último la ciudad de Buenos Aires y buena parte del área metropolitana bonaerense.

Así lo informó a La Ciudad Juan Santos, director de Defensa Civil del municipio, organismo que, desde la mañana del jueves, junto a personal de las secretarías de Obras Públicas y de Desarrollo Social, inició un intenso trabajo de asistencia a los vecinos de las zonas más damnificadas y de trozado y remoción de los más de ochenta árboles caídos en la vía pública y otros que quedaron inestables en distintas localidades del Partido.

Hasta ayer a la tarde continuaban sin luz algunos barrios de Dock Sud, Isla Maciel, Wilde Este y Oeste, entre otros.

Un grupo de damnificados volvió a manifestarse con cortes en la Avenida Mitre, frente a la empresa concesionaria del servicio de energía eléctrica EDESUR, en Avenida Mitre al 500, en el centro de Avellaneda.

«A la madrugada del jueves teníamos un relevamiento de daños en toda la ciudad y desde las ocho de la mañana ya estaba todo el personal trabajando como si fuera un día hábil», destacó Santos, en relación a los operativos dispuestos por las diferentes áreas la Municipalidad de Avellaneda.

El titular de Defensa Civil informó asimismo que ya fue normalizada la provisión de agua en todo el distrito – en algunas zonas estuvo cortada por alrededor de 14 horas – y que continuarán trabajando hasta la solución definitiva de todos los inconvenientes causados por el temporal.

«Pedimos a los vecinos que sepan comprender», expresó Santos, quien explicó a este medio que desde el año 1951 que no existía un fenómeno meteorológico similar en esta zona.

Emergencia en la Provincia

El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, declaró ayer la emergencia en las áreas de educación, espacio público y desarrollo social para las zonas afectadas por el temporal del miércoles pasado y anunció que serán otorgados créditos blandos a las familias más castigadas.

Las autoridades provinciales estimaron que aún hay 31 mil personas sin luz ni agua en el conurbano y que resultaron dañadas cerca de 200 escuelas.