Teletrabajo: «La oficina, donde estés»

Escribe: Ingeniero Fabián H. Montefinal.

En la búsqueda permanente de la innovación productiva no hay que centrarse solamente en lo que uno hace u ofrece, sino también en la forma en que lo realiza.
Una mayor eficiencia de los procesos y en la comunicación con quienes forman parte de nuestro universo social se traducen en ventajas competitivas. Uno de los caminos para lograrlo implica revisar nuestras metodologías de trabajo para adecuarlas a los nuevos tiempos.

Es indiscutible que la informática produjo un cambio importantísimo en la forma de generar y usar la información. Gracias a su capacidad de procesar grandes volúmenes de datos en cortos espacios de tiempo, permite obtener rápidamente la información que antes nos podría llevar meses, y que cuando la tuviéramos, sería obsoleta. Con la ventaja de que, en muchos casos, los equipos utilizados para dichas tareas pueden ser llevados dentro de un maletín.

Una vez optimizados los tiempos de acceso a la información, y después de haberlos llevado a su máxima eficiencia, muchas empresas vieron que el paso siguiente era el de mejorar el acceso del empleado a su puesto de trabajo, minimizar el desgaste que esto producía sobre el rendimiento laboral y maximizar comodidad en el lugar donde se desempeñaba.

Claro está que hay cosas que no se pueden prever ni controlar: un accidente de tránsito, una congestión en la autopista que provocan la llegada tarde, las horas de sueño perdidas para poder viajar a cumplir con la tarea. Estas y otras situaciones generan inconvenientes a la hora de llegar al trabajo y ponerse a trabajar.

Hasta que se produjo el cambio. Con la llegada de las redes como Internet y la implementación de las denominadas autopistas informáticas, que hicieron posible que el personal accediera en forma remota a la información, se empezó a desarrollar el «trabajo a distancia» o Teletrabajo.

Se puede definir al teletrabajo como una manera de organizar y realizar el trabajo a distancia con el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TICS) desde un lugar ajeno al del empleador, es decir, donde se encuentre el trabajador.

El empleado tiene su oficina en su casa. Puede trabajar en pijamas y pantuflas.

Puede hacerlo desde donde esté sin necesidad de trasladarse. Esto hace que administre mejor su tiempo productivo, porque con el teletrabajo se reemplaza el auto o el colectivo, que circula por la autopista desde la casa a la oficina, por datos que viajan a la velocidad de la luz desde la oficina a las casas.

Como todo cambio importante, este tiene sus impulsores y sus detractores.

Algunos de los motivos que aducen los detractores es que precariza el empleo, que aisla al trabajador de su entorno laboral, que extiende la jornada de trabajo y ocasiona mayores gastos en infraestructura para el trabajador.

Por el contrario, los impulsores dicen que esta es una forma de trabajo que permite la inclusión de grupos vulnerables, brinda igualdad de oportunidades y concilia los ámbitos familiar y laboral.

En la Argentina, el teletrabajo es una modalidad que adquirió mayor impulso hace menos de diez años, cuando el Ministerio de Trabajo impulsó el Programa Piloto de Seguimiento y Promoción del Teletrabajo en Empresas Privadas, denominado Propet, para asesorar y contener a las empresas en el proceso de incorporación del trabajo a distancia.

Aunque no hay estadísticas oficiales, algunos muestreos indican que en el país el número de teletrabajadores superaría el millón y medio de personas y que la tasa de crecimiento anual de esta actividad superaría el 18%.

Sin embargo, la falta de un sistema normativo que regule la actividad, sumado a la incertidumbre sobre los posibles riesgos en materia de seguridad son temas que pesan al momento de decidir entre la contratación a distancia o presencial.

A principios de este año, y en una clara señal de mantener el camino iniciado a principios de este siglo, el Ministerio de Trabajo de la Nación publicó el Manual de Buenas Prácticas de Salud y Seguridad en el Teletrabajo con el objetivo de dar a conocer las medidas preventivas que se deben tomar para evitar enfermedades profesionales y accidentes de trabajo de aquellos trabajadores que participen en este tipo de actividades.

El teletrabajo en las empresas de tecnología y comunicaciones es un hecho. La tendencia indica que el resto de las actividades, en las que sea posible, adoptarán esta forma de trabajo donde el empleado no necesariamente debe vivir cerca de la empresa ni debe estar siempre fijo en un mismo lugar.

En el contexto de las grandes ciudades, de la globalización y del vértigo de las nuevas tecnologías, el hombre actual deberá encontrar todas las variables posibles para alcanzar una mejor calidad de vida, también desde su modalidad de trabajo.

Ingeniero Fabián H. Montefinal
Gerente General
Excelan Automación S.A.
fmontefinal@excelanautomacion.com.ar
www.excelanautomacion.com.ar

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