Nos encontramos en un escenario político polarizado, con grados elevados de sesgos y sentimientos determinantes.
Se puede observar y analizar el comportamiento del electorado en dos bloques que mantienen la homogeneidad, mientras que un segmento de la sociedad esta a la espera de un nuevo espacio que lo represente.
Milei se encuentra como al inicio de su gestión en términos de aprobación social. Un núcleo duro que aprueba su gestión y sus formas al ejercer el poder, mientras que un segmento aprueba su gestión, pero no están de acuerdo con sus formas.
Tengamos presente que ese núcleo duro es el que lo saca de las redes sociales, es el que lo voto en las paso y posteriormente en las elecciones generales del 2023.
Un voto preferentemente joven y masculino. Son quienes tienen un verdadero rechazo por la política tradicional y analógica la cual es sinónimo de inoperancia, de corrupción y burocracia. Para estos jóvenes, esa política es la responsable, según su punto de vista, que exista un 60 por ciento de pobres en nuestro país.
Además lo apuntalan al Presidente un segmento considerable del electorado, el fragmento de la derecha representado en su momento por Mauricio Macri, espacio que se desmorona y pulveriza, electorado y figuras que son seducidos por la Libertad Avanza.
Cada vez que irrumpe en la escena política se consolida como líder y referente de su espacio, de alguna forma expresa con sus palabras lo que un sector de la sociedad piensa, transformándose en un líder representativo.
Por el momento las formas, reprochables en un régimen democrático, siguen traccionando adeptos, lo mantienen y lo perfilan para un futuro mediato como un candidato competitivo.
En la vereda de enfrente se recicla el peronismo y el kirchnerismo, de la mano de Sergio Masa y de Axel kicillof, con una Cristina que mueve los hilos desde las sombras, su electorado se muestra incondicional, irracional, pasional, fanáticos que prometen fidelidad a cualquier precio. Es una demostración de verticalismo absoluto, lo que imponga la jefa, ellos lo acataran al pie de la letra. Es un segmento importante del electorado, recordemos que Axel sacó un 45 porciento de votos para su cargo de gobernador en la provincia de Buenos Aires. Votos propios del progresismo que están en las antípodas del Mileismo.
Y para aquellos que no se conforman con la oferta política, quienes se ubican en la avenida del medio, comienza a surgir un espacio eclíptico, un espacio de centro, “Somos Buenos Aires” conformado por diferentes expresiones, radicalismo, peronismo no kirchneristas, coalición cívica entre otros, quienes prometen una cuota de moderación y templanza, prometen una variante y un espacio para aquellos que no se sienten contenidos por los dos movimientos preponderantes.
La carrera hacia las elecciones legislativas recién comienza, el panorama, es ambiguo e incierto, pero no poco atractivo.
Leandro Martínez Profesor en Ciencias Políticas